A la memoria de los que se nos han ido...
Lágrimas de San Pedro por las víctimas del Covid_19
La banda del Sol mantiene esta tradición que recuerda las tres veces que San Pedro negó a Jesús
Por M. J. R. Rechi
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En esta ocasión, el cuerpo de clarines y alabarderos que han recorrido el exterior de la Santa Iglesia Catedral, han contado con la representación de las fuerzas y seguridad del Estado, un sanitario, un guardia civil, un policía nacional, un policía local y un militar de la Unidad Militar de Emergencias. A lo largo del recorrido han recibido varios aplausos. Esto ocurrió durante el último toque, minutos antes de las doce del mediodía, mientras que hubo otros dos: el de la medianoche y otro a las nueve y media de la mañana.
A la entrada de la comitiva por la Puerta de Campanillas, los clarines y alabarderos rindieron tributo a la patrona de Sevilla y la Archidiócesis, la Virgen de los Reyes. Seguidamente, los clarines subieron a la Giralda, mientras que los alabarderos hacen guardia en la Puerta de Palos.
Se espera que repiquen las campanas a las doce en punto, para dar paso a los toques en los cuatro puntos cardinales para recordar las tres veces que San Pedro negó a Jesús. Por otra parte, los integrantes de la banda del Sol han lucido crespones negro en señal de luto, en un acto que ha tenido lugar cerca de la visita producida en este día por sus Majestades los Reyes de España.
Es la primera formación de cornetas y tambores que ha podido llevar a cabo un acto desde el inicio de la pandemia. De nuevo, tambores volvieron a sonar por las calles de Sevilla, algo que tan sólo anteriormente sucedió con la banda municipal en el acto celebrado en la puerta del Ayuntamiento el pasado 30 de mayo para homenajear a las víctimas del Covid_19.
¿Qué son las «Lágrimas de San Pedro»?
El nombre fue tomado por el apóstol San Pedro, primer papa de la iglesia, en el atrio de la casa de Caifás. Puede ser, una de las tradiciones más antiguas de Sevilla recuperar por el escritor y articulista de ABC, Antonio Burgos y el empresario Rogelio Gómez, con la ayuda del canónigo Federico María Pérez Estudillo y el por aquel entonces director de la banda del Sol, Eusebio Álvarez Ossorio.Se trata de unos lamentos convertidos en toque de corneta, procedente del siglo XV cuando el infante Don Fernando regresaba de la conquista de Antequera, hicieron toques de regocijos, repiques y luminarias en la noche de San Pedro.
En 1551, el Canónico Rivera, destina sus bienes para financiar esta tradición. En las Memorias de fuego del abedor de la Iglesia Mayor Don Juan de Eguirola se hace referencia al pago de fuegos artificiales, por encargo del mayordomo del Cabildo Catedral, realizan Don Pedro de Villalobos y Don Francisco Alemán.