sábado, 16 de junio de 2018

LA SEVILLA QUE SE NOS FUE: OFICIOS DE ANTAÑO




EL LIMPIABOTAS:

Esta profesión tan antigua tuvo antaño mucho apogeo. En la actualidad está casi desaparecida de nuestras calles.

El uso frecuente de calzado sintético y las zapatillas deportivas dejan en desuso este oficio del pasado.

EL AFILADOR


No hace mucho era frecuente oír la flauta con el sonsonete característico del afilador y su pregón para cuchillos, tijeras, navajillas, etc, era un personaje habitual antes y después de la Guerra Civil, se buscaban la vida y nos hacían el "avío" por poco dinero, en las carnicerías, casas, cortijos, etc...su soniquete era inconfundible, tanto que el que no tuviera buena voz, con la flauta le bastaba. Ya se oyen muy pocos por las calles sevillanas.

Hoy se afilan en casa o se compran nuevos, por lo general.













EL LIMPIARAILES

Estos personajes estuvieron en activo hasta los comienzos de la década de los 60 en que los tranvías ya dejaron de circular por Sevilla.

LAS AGUADORAS

Las aguadoras, portaban en búcaros que hacían fresquita el agua y que por unos céntimos, se podía aliviar la sed, en especial en verano. En Sevilla también había numerosos "puestos de agua"  y se ofrecía aparte del búcaro, tallas, jarras...por lo general se situaban en lugares de mucho paso, bajo un frondoso árbol o zona de sombra para mantener frescos los recipientes. Este gremio desapareció hace ya unas cuatro décadas de las calles y plazas sevillanas.


(Mucho más detallado y curioso lo podréis encontrar en la etiqueta: "LA SEVILLA QUE SE NOS FUE": EL AGUAÓ" Y LOS PUESTOS DE AGUA:
24/11/2015).







EL SERENO


Fue uno de los oficios más emblemáticos, habitual y tradicional en nuestros pueblos y ciudades. Conocía a todos los del barrio. Era el encargado durante muchísimos años de encender las farolas al anochecer, vigilar las calles y evitar los alborotos callejeros. Al amanecer apagaban las farolas. Abrían las puertas de las casas de los vecinos que olvidaran la llave en casa o en caso de pérdida. Era un personaje amable y se relacionaba bien con el vecindario, por lo general´

El oficio fue decayendo al ir poniéndose los porteros automáticos y el alumbrado también.

EL VENDEDOR CON BURRO

Tradicionalmente este animal se veía mucho por toda Andalucía, en la Sevilla de antaño, era el medio de venta ambulante, cuya mercancia era diversa, desde búcaros, (botijos en finolis), cisco-picón, para la "copa", (brasero),  mantillo para macetas, hortalizas, (por aquellas calendas era usual macetas con flores en balcones, ventanas, patios y azoteas), etc...en los años 60 se empezó a dejar este tipo de venta.

EL REPARTIDOR DE HIELO

 Éste era un oficio que llegué a conocer por los pelos. Recuerdo que desde la fábrica de hielo, un trabajador llevaba a un carro unas largas  y gruesas barras de hielo, iba por las calles del barrio pregonando la mercancía y de las casas salían vecinos con los cubos. Por unas pesetas, se compraban un buen trozo. Mi abuela tenía una nevera de madera, mediana. Un depósito forrado de aluminio donde se metían el hielo troceado, al lado, había un depósito donde metíamos botellas de cristal de una popular marca de gaseosa, muy cómoda de abrir y cerrar y las ponía bastante fresquita. Mi padre, añadía una cervecita todos los días... contaba también con una especie de cajón con una divisoría para meter algunos alimentos que se conservaban  mejor que en la alacena de la cocina. La llegada de los frigoríficos ya estaba en marcha, se terminó imponiendo y también las cámaras frigoríficas grandes y de congelación y ese oficio tan popular pasó a la historia...




Fuentes:

Internet.

Vivencias personales.