domingo, 17 de noviembre de 2019

* SUCEDIDOS *





Mi amiga Claudia se dispone a hacer un largo viaje y le encarga a su vecina que cuide del gato, al que quiere como a un hijo.

Un día, al llegar al hotel, se encuentra con un telegrama que dice: "Tu gato murió". A punto de sufrir un infarto, toma el primer avión a casa y después de dar sepultura al animal, reprocha muy molesta a la vecina:
-"Pero qué imprudente eres! Así no se dan las malas noticias: Me podías haber enviado un telegrama diciéndome: "Tu gato se subió al tejado" luego otro que dijera: "tu gato se cayó del tejado". Después me habrías avisado que se hallaba grave y, por último, que se había muerto...

Pasado cierto tiempo, Claudia volvió a salir de viaje, y un día recibió un telegrama que decía: "Tu abuela se subió al tejado".