sábado, 1 de septiembre de 2018

REFLEXIONES: LA GENERACIÓN QUE CONSTRUYÓ LO MEJOR





REFLEXIONES
¿Quiénes son los pobres?
Los nietos de los "ricos".
Aforismo castellano.
Cuando analizas lo que
ocurre en una empresa
o una sociedad, debes
buscar las causas que
provocan su situación
porque sólo trabajando
sobre las causas,
puedes cambiar los 
efectos. Y no tengo
ninguna duda de 
que una de las principales
causas de la prosperidad
que vivimos en los años
pasados fue la actitud
de la generación de
nuestros padres, y una
de las princupales causas
de la crisis, es haber
perdido esa actitud.
Recuerdo que hace años
un empresario brillante
que viajó a China para
hacer negocios, contaba:
"China va a ser imparable, 
cuando llegas allí el
ambiente te recuerda
la España de los 70.
Todo el mundo quiere
trabajar, comprarse
una casa, su coche,
que sus hijos vayan a
la Universidad...
Cuando una generación 
está así de centrada,
no hay quien la pare"
Este pensamiento me
hizo reflexionar,
entonces y me ha
vuelto a la memoria
al contemplar a las
tres generaciones
que conocimos.
Mis padres tendrían  en 
torno a 75 años,
y siempre han sido
un ejemplo de trabajo,
honradez y austeridad,
previsión y generosidad.
Pertenecen a una generación
que, como dice mi padre,
les tocó lo peor del cambio, 
de jóvenes trabajaron 
para sus padres y
de casados para sus hijos.

Son gente que
veían el trabajo
como una gran oportunidad
de progresar, como
algo que les abría
a un futuro mejor,
y se entregaron a
ello en condicciones
muy difíciles. Son
una generación que compraba
las cosas cuando se podía
y del nivel que se podía
permitir, que no pedía
prestado más que por
estricta necesidad,
que pagaban sus
facturas con esfuerzos
y celo, y ahorraban
lo que podían
"por si pasaba algo",
que gastaban en ropas
y ocio lo que
la prudencia les
dictaba y se bañaban
en los ríos cercanos,
disfrutando de tortilla
de patatas y embutidos,
los domingos en familia
y con amigos.

Y tan sensatos y prudentes
fueron, que constituyeron
casi todas las empresas
que hoy conocemos
y que   daban  trabajo 
a la mayoría de españoles.

Sabían que el esfuerzo
tenía su recompensa y
la honradez formaba
parte del patrimonio
de la vida familiar.
Se podía ser pobre,
pero nunca dejar
de ser honrado.
Se premiaba el esfuerzo, 
Se valoraba el empeño

El colectivo de Magisterio
era respetado, y apreciado.
La disciplina, y la responsaabilidad
predominaban en las aulas, 
coronado por el afán de superación.


La democracia
significaba libertad
y posibilidades y
seguir viviendo en
armonía y respeto.

Y cometieron los
dos errores peores
imputables a esa generación:

1.)"Que mis hijos no
trabajen tanto como yo".

Nos cargamos la cultura 
del esfuerzo y del 
mérito  de un plumazo,
conviertiendo el trabajo
en algo a evitar.

2.) "Como tenemos unos
ahorrillos, hijo, tu
gastas que para eso
están tus padres".

Con mi generación
empezó a pensar
que el dinero nacía
en cuentas corrientes
de sus padres,
que daban la impresión
de ser inagotables
y que los bancos eran
unas fuentes eternas
de hipotecas y rehipotecas
y contrahipotecas.

Y entonces,
eclosionó nuestra
generación.

Muchos de los que hoy nos gobiernan
fueron los que "inventaron" la botellona,
La de ser "colega" de padres y profesores,

a no considerar el valor del esfuerzo,
del empeño por conseguir objetivos, el afán 
de superación que es lo que nos hizo
prosperar y ser mejores

Se empezó a enfocar (bien intencionado), 
pero completamente equivocado el 
ser "colega" de padres, profesores, 
no cultuvar la disciplina y el debido respeto
como norma de conducta que a través de 
los siglos fueron nuestros valores de convivencia.

Es alarmante y muy preocupante cómo se 
hablan a los maestros en las tutorías "exigiendo"
el porqué el niño no aprueba. ¡......!

Como cada vez más frecuente, padres de niños
que están jugando al fútbol con sus familias de
espectaadores, la emprende a bofetones y
puñetazos limpios con un rechazable "idioma"
tan grosero como escandaloso...

La corrupción y degeneración nos está asfixiando...
(Siempre sin generalizar).

Se rompió lo establecido...





Soy seguidora del Juez Calatayud, él pone el broche de oro a esta entrada. Reboza sentido común por todas partes, juzguen ustedes.

Mi reconocimiento y afecto a todos los docentes de todos los niveles académicos....





Compartido con mi compi Ramón H.B.