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| La España de los años 50: las aguaoras |
MI ESPAÑA
Allende los mares
desperté a la vida
allende los mares
nos fuimos un día
huyendo de un mundo
de alma dolorida.
Una gurerra impropia
entre hermanos
fue sembrando odio,
creando mentiras,
haciendo del hambre
su seña y divisa.
Como tantos otros
nos fuimos un día,
con pena en el alma
por dejar herida
mi Patria querida
Allende los mares
pasaban los años
y mi corazón
yo claro tenía.
volver a mi Patria
a la tierra mía.
Todas las mañanas
cuando el sol salía
ante las murallas
que en el puerto había,
el mar me llamaba,
el mar me decía
que frente, muy cerca
había otra vida.
El Estrecho es amplio,
y desde este puerto
Tarifa lucía
con el sol del alba,
y me parecía
que solo alargando
mi mano extendida
yo podía tocar
mi España querida.
Concha Mingorance Mellado.
Allende los mares
desperté a la vida
allende los mares
nos fuimos un día
huyendo de un mundo
de alma dolorida.
Una gurerra impropia
entre hermanos
fue sembrando odio,
creando mentiras,
haciendo del hambre
su seña y divisa.
Como tantos otros
nos fuimos un día,
con pena en el alma
por dejar herida
mi Patria querida
Allende los mares
pasaban los años
y mi corazón
yo claro tenía.
volver a mi Patria
a la tierra mía.
Todas las mañanas
cuando el sol salía
ante las murallas
que en el puerto había,
el mar me llamaba,
el mar me decía
que frente, muy cerca
había otra vida.
El Estrecho es amplio,
y desde este puerto
Tarifa lucía
con el sol del alba,
y me parecía
que solo alargando
mi mano extendida
yo podía tocar
mi España querida.
Concha Mingorance Mellado.
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| Yo solía venir a saludar al mar todos los días y buscaba el reflejo de tarifa en los días claros... |