miércoles, 8 de febrero de 2017

LA COCINA ANDALUZA: EL INGENIO




En los tiempos de postguerra que escaseaba todo muchísimo, el ingenio se agudizaba en todo el país. Pero nos centraremos concretamente en Andalucía. Según mis mayores, ante tantísimas dificultades las madres y abuelas eran consumadas "linceciadas" en Economía, (sin Máster)...

Las batatas en dulce, la compota de membrillo y las rosquillas de anís o pestiños, eran los dulces "extraordinarios" de Navidad, pero lo cotidiano era asar las batatas en la "copa", (brasero), de cisco picón o chimenea, que más que golosina eran el -quita hambre-de la familia, era un recurso de no ir a dormir sin una comida caliente, también lo eran las castañas. Al mediodía, si se podía, las abuelas preparaban unas "Patatas Viudas", que consistían en patatas, sal laurel, colorante "El Aeroplano" y 2 cucharadas de aceite para toda la olla. Los caracoles, que se iba a las afueras de Sevilla, al campo, que por aquellas calendas estaba muy próximo, dada la escasez y carestía de la carne, las tagarninas y en mi casa se ponía frecuentemente "Las Habas Enzapatás", os dictaré la receta al final de esta entrada.

Entre los alimentos del subdesarrollo, estaba el preciado "hoyo", que consistía en coger un trozo de pan, quitarle el centro de la miga, haciendo un hoyo y echarle aceite en él, después se le ponía el trozo de miga de pan que se había sacado, a modo de tapadera, a la que llamaban "el tapín" y así se iba comiendo la merienda.  Otras veces se recurría a un racimo de uvas y un poquito de queso y como había "gazuza" de ahí viene el dicho popular: "Uvas y queso saben a besos", y mi madre decía que era una merienda extraordinaria pan con chocolate de "Matía López"...

El gazpacho era todo un manjar que el ingenio de las sufridas mujeres de antaño sabían elaborar con muy poquitos ingredientes pero con todo el cariño para los suyos: un pan se disfrazaba de plato suculento merced a un poquillo de aceite, un tomatito, un trocito de pimiento y dos dientes de ajos y agua, sobre todo, enormes dosis de habilidad al hacerlo y con tanta imaginación al comerlo.

Me contaron que era muy revelador a este respecto, lo muy caro que estaba la carne, y había que echarle imaginación al menú, con potajes de legumbres, (si era posible), y los platos de verduras, más baratos, da lugar a la invención metafórica de llamar "Conejo de habas", y los "Pajaritos de Huerta", a unos sencillos pimientos fritos, ya que los auténticos pajaritos eran imposible para mucha gente comprarlos.

Mi abuela tenía cocina económica, (todavía se pueden ver en algunos pueblos), y ornilla de carbón. Carbonerías tuvo Sevilla muchas en todos sus barrios. Recientemente visitamos mi grupo con nuestra profesora Dª Teresa Avilés del taller "Conocer Sevilla", en la calle Parras, barrio de La Macarena, de las que os ofrezco unas fotos...Yo creo que es la última que está aún activa.
(Una curiosidad, al menos, cuando la visitamos, regalaba libritos de bolsillo usados a quién los quisiera, compre o no).
                                         

                                  Fotos: la autora.

   HABAS ENZAPATÁS                       

Ingredientes:

2 K de habas grandes.

Un manojito de poleo fresco.

Unas ramitas de hierbabuena.

  1 rajita de limón delgadita y no muy grande.

Media cabeza de ajos.

Agua.

Sal al gusto.

  3 cucharadas de aceite oliva virgen extra, (optativo). Yo lo aconsejo.

Elaboración:

* Se pone a la lumbre el agua con todos los ingredientes, menos las habas y la sal.

* Pasado 5 minutos de haber comenzado a hervir, se echan las habas, a media cocción se añade la sal. Deben quedar tiernas, pero sin pasar de cocción, y se baja un poco el fuego, (tiernas pero enteras).

Se pueden servir calientes o frías, con un poco de caldo. Pueden valer como tapa, guarnición o entrante. Es un plato típico de la hermana Huelva y es muy popular y solicitado por allí, pero en casa es frecuente desde siempre.
Tenéis que probarlo, animaros, seguidores. Con una cervecita bien fresquita está chipén... 

                                            






Nota:



Mi amiga y colaboradora Concha, en su acertado comentario nos aporta ideas y sería interesante leerlo y su respuesta también, a fin de ampliar las curiosidades expuestas por ambas, si les apetece, claro.