lunes, 28 de julio de 2014

CÁDIZ: QUERIDOS RECUERDOS

(Antigua calle de La Verónica, siglo XIX).

                     

 

                                                
                                    
                                                                                                       



(Actual nombre de la calle desde principios del siglo XX).
Diario de Cádiz, 1980.
                                                                                    
Foto: http://estoespasionporcadiz.blogspot.com




 Cuando mi familia compró la casa en Cádiz, allá por los principios del siglo XIX, todavía teníamos mucho comercio con las últimas colonias. Era de  tres plantas, en la calle José del Toro, 24, (antigua calle de la Verónica), colindante con la calle Rosario. Teníamos cierros y balcones, una amplísima azotea, lugar de especial preferencia por el encanto y serenidad que me 
reportaba. Un lavadero rectángular con dos lebrillos de barro y resfregadores de madera, algo gastados por el uso comprados en el popular Baratillo gaditano hace...¡Uf! (Cuando desembarcaron los fenicios en La Caleta, más o menos).                 
Jóvenes subidos al poyete en la azotea.

Las azoteas gaditanas son parecidas a las sevillanas , en tiempos pretéritos,  los "poyetes", son una especie de "muritos" bajos y anchos en que se dividen los tramos de la azotea. Teníamos numerosas variedad de macetas colgadas, preciosas. Mi madre, solía usarlos para "soleá" las ropas, poniendo piedras en las esquinas de las prendas para "blanquearlas" y la levantera no se las llevara y no usar la lejía, (ya estaba inventada la ecología).

Allí teníamos hamacas, búcaro, (botijo en finolis), mesita, etc. donde nos gustaba pasar buenos ratos . Las escaleras de acceso eran de madera, y yo de chica las fregaba todas las semanas con estropajos y jabón verde, el de toda la vida y olía a limpio.   
Azotea en el barrio de La Viña. Cúpulas de la Catedral al fondo.

En la 2ª planta, las habitaciones eran amplias, de techos altos con vigas de madera gruesas, 5 dormitorios, cocina enorme, pasillo que daba a una gran terraza interior con muchas macetas que ofrecían una deliciosa aroma al pasar por allí, un amplio comedor y baño, (con tina), después se puso de las "modernas" que conocemos hoy.           
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Detalles de la fachada: puerta de las accesorias, vivienda, balcones y cierros.                        

En la 1ª planta, era espectácular, 4 dormitorios y una salita de estar, gran comedor y baño, más un aseo aparte en la cocina. Tenía una galería acristalada que daba a el patio principal. Las escaleras eran de mármol gris, amplias, con baranda de ébano y eran muy cómodas de subir, (no tenían los peldaños "empinados"), el techo de un artesondo bellísimo.

Ahora os contaré cómo era el patio. Por aquellas calendas, al comprar mi antepasado la casa para casarse, el patio tenía diversas puertas, eran accesorias, (especie de almacén para las mercancias, por lo general), ya que debido al comercio de ultramar, allí se depositaban. No eran como los Patios Sevillanos, en aquél entonces. Pero al instalarse mi familia en la casa, modificaron ese uso y lo transformaron en un patio precioso: con dos aljibes de mármol blanco y tapadera gruesa de madera pintadas de color verde, con carruchas, (para sacar agua). La cancela de hierro forjado, muy artísticamente elaborada, con abridor de brillantísimo bronce. Pusieron unos enormes cálices de cerámica trianera y en ellos pilistras, jazmín, gitanillas y una gran palmera en el centro, también un alto zócalo de arte trianero. Con asientos cómodos, mecedoras de rejillas y un gran sofá, una mesita para cuando tomábamos café con Pan de Cádiz, una delicia, 2 columnas por las que mi hermano y yo marineabamos cuando chicos, la cancela desembocaba en en una amplia casapuerta, (zanguán en Sevilla). Las puertas de la calle, grandes y pesadas de madera y con un enorme cerrojo para seguridad nocturna.                       
Carmen Pecci: "La Guapa"
                                                

                      



Su Quiosko; fundado en 1933, hasta 1973.
Al estar en pleno centro de la ciudad, todo está a mano, Cádiz tiene ese encanto, entre otros muchos. Recuerdo que iba con mi madre a la "plasa",(Mercado de Abastos en finolis), por cierto, que se conserva toda la fachada original, que yo alabo la decisición. Desayunábamos los riquísimos tejeringos, (calentitos en Sevilla), de "La Guapa", que ya conocí mayor , pero activa y muy agradable en el trato, con la chispa gaditana que caracteriza a la buena gente de allí. El apelativo, no es casual. En su juventud ganó un concurso de mantones de Manila, celebrado en el Cortijo de los Rosales, (1945), por su belleza y de ahí el mote adecuado. Fue la reina de la masa frita, en sus tres versiones: churros o tejeringos de rueda o papa y en tortillitas de camarones, aquella -"Espuma de mar frita"- que le dijo Pemán. También recuerdo a los vendedores de caballas caleteras que iban con la tarima con asas, pregonando la mercancia por las calles con 
Vendedores en el barrio del Pópulo.
  chaqueta o blusa blanca, con gorro frecuentemente. Raro era el día que no paraban en mi casa. Mi madre las preparaba asadas con la sabrosísima "piriñaca", guarnición gaditana por antonomasia. Frecuentemente ibamos a los cines de verano, que eran numerosos. Las playas eran lugares preferidos por nosotros, la de La Caleta, cuando niños. La de La Victoria de jovencita y de casada, teníamos un apartemento en la Avda de Almírcar Barca, (Edificio Brasil),con balcones a primera linea de playa, una gozada, créanme.

Son vivencias que jamás olvidaré, intensas y plenas de buenos recuerdos. Mi cariño por Cádiz no sorprenderá al seguidor habitual...Y llevo a gala al deciros que es mi segunda Patria Chica por sentimiento, la primera es Sevilla...

Anda, no, ni ná...
La casa familiar tuvimos que venderla por el enorme costo que resultaba en seguir manteniendola, con profundo dolor de mi corazón. Pero me dejó llena de recuerdos entrañables y el disfrute de un tipo de vida que no todos tienen la alegría y fortuna de haber conocido en unas de las ciudades más bonitas y con más historia de nuestro país... 

Mari Carmen.                                   
Foto: http://estoespasionporcadiz.blogspot.com

                                                                                                         
Foto: http://estoespasionporcadiz.blogspot.com




 Por último, una breve reseña de la memoria de mi calle:

José del Toro y Quartillers, político, de ilustre familia gaditana, (1815-1891). Del Toro, militó en el Partido Liberal. Fue concejal del Ayuntamiento gaditano en diversas ocasiones y fue elegido alcalde tras el fallecimiento de Juan Valverde. Su gestión en el Ayuntamiento fue destacada y beneficiosa para Cádiz:
Creó el Asilo de la Infancia, recuperó la Fábrica de Tabacos, la construcción del edificio de la calle Plocia y también fueron meritorias sus gestiones para que Cádiz contase con la Facultad de Farmacia.
Fue nombrado Senador del Reino, pero no llegó a ejercer como tal, por fallecimiento. Murió en la calle de La Verónica, (hoy José del Toro a su memoria), de su ciudad natal.

FUENTE:


Cadizpedia.com