Adiós a un hombre destacado y valiente que fue alma mater de nuestra Trasición, ciertamente, junto con otras personas.
Murió sin cuentas corrientes delictivas en paraísos fiscales ni escándalos de alarma social. Los mediocres, envidiosos y revanchistas no le perdonaron lo que por justicia y ética había que legalizar para cicatrizar viejas heridas y comenzar nueva andadura, superando con alturas de miras, las graves brechas que por aquel entonces tenía nuestra sociedad. (Siempre sin generalizar). Sufrió enormes tensiones, y no pocas deslealtades, pero eran más bien políticas, no tanto de la gente llana, es lo que recuerdo.En su tumba un epitafio que le define: "La concordia fue posible".
¡Descanse en paz D. Adolfo Suárez! |
¡Gracias, Presidente!
Mi más sentido pésame a toda su familia y allegados.
Mari Carmen Gª Franconetti.