VINI, VIDI, VINCIT: atribuida a Julio César-según Suetonio-, la escribió tras la batalla de Zela en que derrotó al rey del Ponto-y que se traduce- por "Vine, ví y vencí". Se utiliza habitualmente para significar la rapidez con la que se ha hecho algo con éxito, a la vez proclamada la totalidad de la victoria de Julio César y sirvió para recordar al Senado su destreza militar.
ESTAR EN SUS TRECE: significa: "no cambiar de opinión". A la muerte de Clemente VII, (1394), don Pedro Martínez de Luna fue elegido Pontifice por 20 votos de los 21 y tomó el nombre de Benedicto XIII, aunque era conocido también como el Papa Luna. Francia se opuso a este papa que no era tan influible y que además era subdito de la Corona de Aragón. Se le presionó para que renunciara , a lo que se negó alegando un daño irreparable a la iglesia. Curiosamente, esta actitud suya sería la que la historia recordaría, surgiendo el dicho popular castellano de -"Siguió en sus trece"- (XIII).
ASÍ SE LAS PONÍAN A FELIPE II: aunque más bien era a Fernando VII. Proviene de su afición al billar. Era aficionado pero no buen jugador y, para que ganara la partida, los otros jugadores colocaban y movían las bolas en cualquier descuido del rey. Así conseguían que estuviera de buen humor.
EL HOMBRE Y EL OSO, CUANTO MÁS FEO MÁS HERMOSO: a veces nos fijamos en la belleza y no en otras cualidades que hacen deseable a una persona. Miraben, célebre personaje de la Revolución Francesa, tenía la cara llena de cicatrices a causa de la viruela. Sin embargo, su fama de seductor era bien conocida. En una ocasión fue acusado de seducir a la esposa de un marqués. Miraben, en su defensa, pidió a la acusación que colocara su retrato sobre la mesa: fue abuelto.
(¡Ojú, este se pierde en er bosque y los osos hacen una fogata para que er tío no se acerque!).
OTRO VENDRÁ QUIEN BUENO TE HARÁ: en la antigua Roma, una anciana de Siracusa en tiempos de Dionisio el Antiguo, rogó a los dioses para que alargaran la vida del último tirano, y éste sorprendido por el ruego de la buena mujer, le preguntó porqué le tenía tanta devoción. Ella contestó: "-Siendo niña, tuvimos un tirano muy cruel. Rogué a los dioses que se lo llevaran y me oyeron, pero después vino otro peor aún y también rogué por su muerte. Ahora has llegado tú, pero no eres mejor que ellos-".
Escarmentada pidió porque los dioses le diese una larga vida.
ALEA JACTA EST... es una expresión emitida por Suetonio, atribuida a Julio César en el momento de cruzar el río Rubicón, límite entre Italia y la Galia, provincia que le había asignado el Senado romano. Es posible que en la obra de Suetonio intitulada -Vida de los 12 Césares- esté incluida esta célebre frase. Mediante este paso, se rebeló contra la autoridad del Senado y dió comienzo a la larga Guerra Civil contra Pompeyo y los Optimantes.
Julio César |
Fuente:
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