"14 DE FEBRERO: AMOR DURADERO"
Los fuegos artificiales acaban apagándose; pero como muchas parejas descubren los sentimientos que los unen pueden crecer durante toda la vida.
Casi todo el mundo recuerda la primera vez que tuvo relaciones íntimas con su pareja. Casi nadie recuerda la vez 330. Las historias de amor suelen hablar del flechazo, (frecuentemente), no del AMOR DURADERO.
-¿Tiene alguna emoción el amor de tantos años?- Se nos pregunta a veces. -Depende de lo que se entienda por amor duradero. Si quiere decir no quitarse las manos de encima uno al otro, entonces no es eso. Es mucho mejor. Sé que soy amada por una persona que me conoce a fondo. Que cuento para ella para cuando lo precise, que me siento muy a gusto a su lado...que es el centro de mi vida. Es algo inmenso y profundo.
De todos los goces de la familiaridad, uno de los más gratificantes es la seguridad. Aprender a confiar en esa persona que trata tan íntimamente
tus emociones y tu cuerpo. Pero además, está la seguridad de tener una historia común, una sensación de confianza mutua.
Mientras, en las primeras etapas del amor, el obsesivo deseo mutuo oscurece, en parte lo demás, la intimidad entre personas que llevan muchos años juntos permite disfrutar de otras facetas de la vida; intercambiar una mirada por encima de la cabeza de un hijo, o extender la mano para tomar la del otro en el momento exacto en que él iba a coger la nuestra. Algunos de los momentos íntimos en el matrimonio son los de una simple conversación, cuando las decepciones del mundo parecen habernos dejado sin defensas y nos sentimos dolidos.
Estimo que el secreto de la intimidad es un profundo conocimiento mutuo, y este conocimiento necesita años y años compartidos para desarrollarse y potenciarlo. Para las parejas que se motivan por mantenerse unidos, la intimidad se convierte en un elemento de creciente importancia en el matrimonio.
Para que una pareja funcione, hay que seguir avanzando en la familiaridad y descubrir que, más allá de la novedad, está la profunda entrega de amor a esa persona que escogimos como la mejor para compartir nuestra vida con ella.
Los rostros se arrugan, los cuerpos pierden esbeltez, la energías disminuyen...un amor duradero asimila muy bien todo esto y lo acepta. Pacta con el tiempo. Lo que une no es el aspecto, sino su manera de ser.
Con el paso de los años, el vigor que se dedicaba a la vida en común puede servir para renovar las bases que la sustentan: la relación amorosa y continua entre la pareja que han elegido cominar juntos por la vida. Pienso que esos son momentos que sostienen un matrimonio, y la pareja empeñada en un amor duradero forjan su magnifico tesoro privado. Puede consistir en reposar, uno al lado del otro en una habitación silenciosa mientras el alba ilumina las ventanas, lentamente, o cogerse las manos en la mesa, mientras hablan de las incidencias del día, o preparar una cena especial sólo para ellos....
Todas estas son formas de vivir un amor DURADERO.
Dedicado a mi esposo con amor...(pienso durarte más que un martillo metido en aceite).
Mari Carmen.