sábado, 4 de septiembre de 2010

REFLEXIONES


Las groserías degradan el idioma, la cultura, el decoro y el buen gusto, pues si una usa esas palabrotas sin más ni más, ¿qué ejemplo da a sus hijos? ¿qué dirá cuando esté en verdad alterada? ¿Qué dice usted cuando está furioso?

Esa es la ocasión para emplear este tipo de lenguaje, en privado y dependiendo si son allegados íntimos, sin pasarse mucho, naturalmente, si es que lo emplea. Pero hacerlo en público me parece del peor gusto y nefasto ejemplo para los chavales. He observado que, por lo general, suelen ser personas de escasos recursos y no buen talante, ¿creen que además de emplear un lenguaje soez, por vociferar, llevan razón?¿Por qué no elevar a la gente que le escucha a una? ¿Por qué no elevarse una misma?
¿Qué podemos pensar de los "debates" entre un determinado sector de "periodistas" y gente del famoseo? En dichos programas, lo habitual es no respetar a nadie, ni tan siquiera entre ellos, gritan, no dejan hablar, los temas son taímados, con frecuencia, asquerosos, lo de menos que sean verdad. En horario en que están los niños en casa. Es frecuente que hoy trabaje la mujer también, así que los niños no tienen quién los dirija. Es una degradación galopante la falta de respeto generalizada por un determinado sector de la sociedad. La T.V, hoy en día y en diversas cadenas dejan todo por desear. Lo peor, es la audencia que cosechan.


¿Cuándo reaccionará nuestra sociedad ante tanta vulneración y basura?



MORALEJA:

"La buena educación es un idioma que pueden entender muchos, pero que hoy pocos hablan".

Mari Carmen.