Una imagen de archivo de Félix Rodríguez de la Fuente.

Una imagen de archivo de Félix Rodríguez de la Fuente.

Medio ambiente

40 años sin Félix Rodríguez de la Fuente, el divulgador que no quería ser ministro de Medio Ambiente

Odile Rodríguez de la Fuente recoge en un libro el pensamiento de su padre, el hombre que despertó la conciencia medioambiental de millones de personas. 

14 marzo, 2020 02:40

Félix Rodríguez de la Fuente en Poza de la Sal en 1976.

Félix Rodríguez de la Fuente en Poza de la Sal en 1976.

Defensor de la vida rural

"Incluso en los bares se hacía el silencio cuando ponían El hombre y la tierra o alguno de sus programas", asegura la hija de Félix, que perdió a su padre cuando sólo tenía 7 años, en "una lúgubre mañana de un lluvioso día de marzo" de hace cuatro décadas, cuando el naturalista se estrelló en una avioneta en Alaska, el mismo día que cumplía 52 años.

"Si estuviera vivo probablemente no estaría satisfecho de cómo se han hecho las cosas en estos cuarenta años", e incluso "se situaría al frente de la España vaciada", porque, según ha explicado Odile, si había algo que preocupaba a su padre es "el hombre lejos de la naturaleza", pues para él "la vida rural estaba muy por encima de la vida de los urbanitas"·

Aunque admite que ha habido continuadores de los programas de naturaleza, asegura que Félix fue "un icono absolutamente irrepetible", que fue admirado y valorado en su época, aunque también criticado por algunos, y que estaría satisfecho de que "cada vez más el medio ambiente ocupe un eje principal dentro de todas las políticas".

Sin embargo, añade, "le entristecía la politización del medio ambiente, que se utilice a la naturaleza como elemento de conflicto para posicionarse unos contra de otros" y que quizá fue por eso por lo que, según Odile, Félix "rechazó ser ministro cuando UCD se lo ofreció".

"Si mi padre hubiera vivido ahora, probablemente el mundo sería diferente", asevera la hija del naturalista, que guarda en su memoria "emociones, sensaciones, olores de naturaleza" que le evocan la figura de su padre, pero sobre todo conserva de él "esa sensación de abrazo inconmensurable, que es la misma sensación que me da la naturaleza".