Entre italiano
y flamenco,
¿Cómo cantaría aquel Silverio'
La densa miel de Italia
con el limón nuestro,
iba en el llanto
del seriguiyero.
Su grito fue terrible
los viejos,
dicen que se erizaban
los cabellos,
y se abría el azogue
de los espejos.
Pasaba por los tonos
sin romperlos,
y fue un creador
y un jardinero.
creador de glorietas
para el silencio.
Ahora su melodía
duerme con los ecos.
definitiva y pura.
¡Con los últimos ecos!
F. García Lorca.
DATO CURIOSO: se dice, por los más allegados que, solía llevar miguitas de bacalao, que introducia en la boca, un momento antes de cantar, (para lubricar mejor).
**************