viernes, 20 de abril de 2012

AHÍ VA UNA DE COLMOS



¿Cuál es el colmo de un carpintero?
 R: Entablar una conversación.

 ¿Cuál es el colmo de la casualidad?
R: Un tal Pedro Roldán, que inventó la pelliza y murió de una pulmonía.

¿Cuál es el colmo de la mala suerte?
R: Sentarse en un pajar y clavarse la aguja.

¿Y el colmo de un eléctricista?
R: Que no le sigan la corriente.

¿Sabéis el de una costurera?
R: Perder el hilo de la conversación.

Cuál es el de un pianista?
R: Que su mujer se llame Tecla y encima la toque otro.

¿Y el de un sastre?
R: Tener un hijo botones.

¿Cuál es el colmo de un matemático?
R: Tener un cálculo en el riñón.

¿Y el de un jardinero?
R: Que lo dejen plantado.

¿El de un vigilante de la playa?
R: Que su mujer se llama Socorro.

¿Cuál es el colmo de un fotógrafo?
R: Que sus hijos se rebelen.

¿Cuál es el colmo de un astronauta?
R: Sentirse falto de espacio.

¿Y el colmo del fastidio?
R: Encontrarse con tu compi del "cole", que conserva aún el pelo, tiene una jartá de dinero y además se casó con la muchacha que tanto te gustaba...y todavía es un guaperas.

¿Cuál es el colmo de una jardinera?
R: Llamarse Azucena Flores y Rosales.


¿Cuál será el colmo de un dependiente de una gasolinera?
R: Equivocarse de "manguera" y poner "pipí" en el depósito.
(Esto último lo aporta mi compi, Antonia González): la chispa de la clase. 



Ea, otro día más.