domingo, 22 de marzo de 2015

SILVERIO FRANCONETTI: UN MISTERIO...

                                                                               
   



...La "FIESTA BRAVA" despertaba gran expectación y por lo mismo, cabe suponer que Silverio Franconetti mantuvo un vínculo intenso con los montevideanos. En ocasiones hay alusiones al cantaor en pocos periódicos que se conservan de entonces...

En su juventud, Silverio Franconetti viajó al Río de la Plata. Según Demófilo, su amigo y biógrafo, se ocupó de "de picar toros en los tiempos de paz y a servir en los tiempos de guerra a los ejércitos de la República del Uruguay, donde llegó a obtener el grado de oficial". Por lo demás, todo lo relacionado con ese periodo estaba envuelto en misterio.

A principios de octubre me aprestaba a dejar Sevilla para llevar a cabo parte de mi actividad de investigación en Uruguay. Entonces el Dr. Carlos Martínez  Shaw me convenció del doble interés de ahondar en la historia de la tauromaquia en países que actualmente no tienen significación taurina. Sostuvo que tal hecho no debería esconder que la "Fiesta Brava" fue-si las analogías pueden ser usadas en ese sentido-un fenómeno social tan importante como hoy es el fútbol. Por lo mismo, la historia de las corridas de toros en Uruguay y en otros países en circunstancias similares, debiera ser abordada. Ello aportaría datos importantes para los aficionados y, sobre todo, iluminaria el pasado al recuperar un hecho de tanta repercusión social. En fecha similar, el Dr. Fernando Iwasaki me comentó el misterio que envuelve el viaje de Franconetti. Me preguntó sobre repertorios documentales en Uruguay y fuentes que pudieran referir al que por entonces todavía no había adquirido fama inmensa como cantaor. Aunque coincidimos en la escasa posibilidad de éxito en la tarea, el desafío quedó planteado.

POESÍA PATRIÓTICA Y TOROS

Francisco Acuña de Figueroa-autor del himno nacional uruguayo-fue un poeta prolífero y según alguno de sus críticos, obsceno. Su poesía es hoy muy poco leída y la única-incompleta-edición de sus obras completas es de 1890. En esos doce volúmenes hay diversas composiciones destinadas a celebrar las corridas de toros, entre las que destacan las denominadas "toraidas". En ellas, correspondiente al año 1874, titulada "Pinceladas biográficas sobre los toreros de la cuadrilla del señor Manuel Sánchez, (alias el Pintor"), hay diversas apreciaciones sobre el cantaor: 

"Silverio Franconetti (alias el Gordito),
de Sevilla-picador.
El novel Franconetti, aunque algo
obeso, demuestra en el picar
pujanza y tino;
Es mozo de valor y hombre de peso;
Esto lo sabe y siente su rocino.
Unas veces contuso, otras ileso,
Tiene si Dios aparte o su destino;
Ya vencedor, su aplauso sube al cielo,
Ya vencido, su espalda bate el suelo...

El cantaor debía tener entonces veinticinco años. Al parecer fue el público montevideano el que le apodó "Gordito", ya que en nota que acompaña la misma composición, el vate afirmó:

Si el pueblo estos hombres
o apodos abona
La ley los sanciona
¡Magnifica ley!
No importa que alguno
Se muestre indigesto;
Al menos en esto
El pueblo es el rey.

EL GORDITO

En otra de sus composiciones-"toraida encomiástica"-el poeta celebró la corrida del domingo 7-6-1857. De lo que escribió parece deducirse que aquella  fue la primera actuación de Franconetti en Montevideo. Empezó por referirse a "dos picadores y el anunciado novicio", para más adelante escribir:

"Mas el novel aspirante
Es Franconetti, el Gordito,
Cuyo enorme volumen
No cuadra el diminutivo
Bajo tal mole, y si el bicho
Es pegajoso, ¡Adiós gordo!
Me temo algún estropicio"

Unos versos más adelante prosiguió:

"Mas, ya Frenconetti enristra
La pica, ya en los estribos
se asegura bien, y el brete
Vomita un toro en el circo.

Receloso el animal,
De hosca frente y buen trapío,
Al cargar sobre el jinete
Se escupe huyendo del castigo.

Entra el bicho a la vara y sigue abanto,
Y vuelve hacia el Gordo, que ligero
También clavó la púa un tanto cuanto;
Con el público aptauso-linsojeo
El novel se animó que era un encanto,
Y en tres lances que el toro le acomete,
Dio muestras de valor sin ser jinete...

 Dos veces Franconetti cayó al suelo. 
Lo mismo el Paragüero, y también Britos,
Pero en varios encuentros hasta el cielo
Se alzaron con aplausos infinitos."

TOROS Y GUERRA CIVIL

La "Fiesta Brava" despertaba gran expetación y por lo mismo, cabe suponer que Franconetti mantuvo un vínculo intenso con los montevideanos. En ocasiónes hay alusiones al cantaor en los pocos periódicos que se conservan de entonces. Por ejemplo, "La Semana" de 26-10-1857 usó los apodos "Gordito" y "Volumen de elefante" en una información relacionada con toros.

A mediados del siglo XIX las corridas "al modo criollo" debían ser un espectáculo generalizado en todo Uruguay. En cambio, las que se practicaban "a la española" eran novedad fuera de Montevideo. Según el periódico antes referido, la cuadrilla de "El Pintor"-y por tanto, la de Franconetti-actuó en el interior. Así, el cantaor debió familiarizarse con un medio rural bravío, en el que había escaso espacio para quien no dominara el manejo de armas y caballos.

En el Uruguay del siglo XIX se vertió sangre de toros y de hombres: durante la centuria no hubo generación que no fuera golpeada por la guerra fratricida. El año 1857, en que Acuña de Figueroa celebró la actuación de Franconetti, fue el último de un breve periodo de paz. A principios del año siguiente un alzamiento concluyó cuando más de ciento cincuenta insurrectos fueron ejecutados tras deponer las armas. Luego de ese episodio conocido como "hecatombe  de Quinteros" la sangre volvió a correr a raudales. La confirmación de la primera parte del aserto de Demófilo induce a creer en la segunda y aceptar que Franconetti sirvió en tiempos de guerra a los ejércitos de la República del Uruguay, donde llegó a obtener el grado de oficial.

De momento no sabemos si militó en tropas leales al gobierno o en las revolucionarias que, si triunfantes, solían convertirse en gubernistas. Tampoco conocemos si decidió volverse a España, cansado no ya de verter sangre de toros, sino de hombres. Tal vez una consulta a los archivos adecuados arroje indicios, que en todo caso quedan para un próximo capítulo...

                                                                                                    
El gran Silverio Franconetti.
Foto: cortesía de Manuel Bohórquez.

FUENTE:
Biblioteca Nacional Montevideo
Firmas en ABC: 24-12-2005.
Os he traido este documento que tiene un valor histórico y curioso de la figura destacadísima del flamenco del siglo XIX, quien llevó a los escenarios de los Cafés Cantantes a el Flamenco, fue copropietario del Café del Burrero, en 1885 abría en Sevilla otro establecimiento que llevaba su nombre y en el que actuaron las principales figuras de la época. Su biografo más importante fue José Blas Vega, que tiene una obra magnifica "Silverio, rey de los Cantaores", editada por el Ayuntamiento de Córdoba en 1995, con motivo de la celebración del XIX Concurso Nacional de Flamenco.

Su mayor actividad artística como cantaor fue en Sevilla, Jerez y Cádiz, donde la Tacita de Plata lo proclama como "Rey de los Cantaores"...
       



Mari Carmen.