Foto de autora. Playa de Valdelagrana, El Pto de Sta María, (Cádiz). |
Cada uno tiene la libertad de ir a la playa cuando le venga en gana, por supuesto. Haciendo un uso respetuoso del medio, naturalmente, ya que si vulneramos este sagrado deber, todo se degenera.
Cuando hice esta foto, era el mes de julio, muy tempranito. Me encanta la playa a estas horas, la brisa y frescor mañanero, ver las gaviotas numerosas afanadas buscando el sustento, algunos aficionados a la pesca, adentrados de la orilla, por la que paseo sobre la dorada y finísima arena y me adentro un poco para sentir las pequeñas olas, sin molestar ni que me molesten, El sol no quema, acaricia mi cuerpo, es una verdadera gozada, uno de los placeres que mantengo, disfruto de la Madre Naturaleza...
Ya hace tiempo que se va derivando a una vulneración del buen uso que conocí en otros tiempos. Se quebranta el medio ambiente, ensuciendo con objetos contaminantes las playas, omitiendo el deber del uso de los correspondientes contenedores, pese a la insistencia de las pésimas consecuencias que acarrean estos comportamientos incívicos. Otro problemón educacional.
...Y me pregunto: porqué hay que ir "obligatoriamente" a la playa todos los días? estimo que hay otras ofertas para pasarlo bien, variadas y enriquecedoras. Observo los reportajesde los informativos y en la mayoría de playas se ve un "ejambre"enorme de sombrillas pegadas unas con otras, apenas se puede andar con una mínima libertad de movimientos, el molestarse mutuamente es frecuente. Observo que los que residen muy cerca de la playa, en viviendas o en hoteles "madrugan", ponen la sombrilla y la silla para acotar el sitio y luego bajan a la hora que les acomodan.
En algunos lugares han tomado cartas en el asunto y tal práctica la han prohíbido, respetando así la libre opción de los demás de disfrutar de la playa a la hora de llegada, pero no "acotando" un sitio público al que todos tienen el mismo derecho de uso, pero cuando llegan para quedarse el tiempo que deseen. Los que no vivan muy cerca, casi no podrán disfrutar nunca de la orilla.
Opino que las vacaciones es para descansar y pasarlo bien. No siempre el tema es ir a la playa, cuando el abanico de diversas oportunidades de ocios es amplio, sobre todo, es hacer lo que realmente nos dé la gana, siempre me pareció la mejor de las opciones. En compañía de una de mis hijas y mi nietecito, que es muy madrugador, fue genial.
Casi no uso el reloj. Lo guardo en un cajón. Me encantan los paseos cuando me apetecen, disfruto del entorno en agradable compañía y buena conversación, una de las fuentes más interesantes, enriquecedoras y hasta divertidas que conozco...
Foto: Antonio Sánchez Díez, playa de La Caleta, Cádiz bellísimo atardecer. |