Es sorprendente la extraordinaria utilidad del humor. Creo que hay una manera para protegerse en determinadas circunstancias sobre las verdades. El ingenio se agudiza y la ciencia también usa esa forma. Se trata del humor, es la primera forma de autocrítica, de hacer frente a problemas, de desdramatizar...El humor hace soportable cambiar antiguas hipótesis muy arraígadas. ¿Os habéis fijado en eso? El humor nos sirve para "desautorizar": al monitor, jefe, aliado, amiga, madre, etc., de una sin que ello sea falta de respeto en absoluto.
A veces tener una "puesta" es sumamente útil en la vida, todo depende de los recursos que seamos capaces de ingeniar, por supuesto.
El humor se usa para hacer propias las verdades ajenas después, y no antes, de triturarlas sin que ello pueda ofender el autor original o a sus familiares, herederos o amigos, (aclarando siempre el origen), naturalmente...El humor es un magnifico refresco con que rociar los momentos de acaloramiento que surge en todo proceso de creación o transmisión de la verdad científica o no. Cuando una investigación publicada en una revista, libro u otro medio de divulgación, también cuando en un debate todos los allí reunidos pretenden estar en lo cierto. ¡Hay que desconfiar de los "productores" de conocimientos que no encuentran el momento de sonreír ampliamente, con ganas, sobre sí mismos!
La autorreferencia es, justamente, una fuente de un humor saludable y cordial para el análisis de ciertas leyes de la naturaleza humana, de una sustancial fuente de paradojas. Creo que la paradoja clásica de Epiménides: "dice Epiménides el Cretense: Todos los cretenses mienten", es una frase que naturalmente sólo puede ser cierta si, y sólo si, es falsa. Es decir, la afirmación no puede ser verdadera ni falsa, creo que es sencillamente indecible.
El humor autorreferente tiene la virtud de recordarnos este principio, así como salvar muchas situaciones embarazosas y salir airosas de ellas...
El otro humor, el que se construye sobre el adversario o sobre los defectos y limitacione ajenas, no es nada útil y sí mezquino. Es posible que hasta sea un fraude, pues el ridículo de los demás se prepara, a veces, como una especie de fiesta barata y desproporcionada, en honor de una eventualidad "grandeza" propia...
Foto: internet.