Aquellos juegos de nuestra infancia, aparte de divertirnos sanamente era, sobre todo, una valiosa preparación para adquirir habilidades que nos serían muy útiles en la edad adulta que el niño precisaría para su vida ciudadana y profesional, fomentaba la destreza, el intercambio de ideas nos enriquecían, pensando soluciones y compartiedo las vivencias. Ahora el chaval está metido en su cuarto dale que te pego con la maquinita. En reuniones familiares se aislan también con lo mismo. Es un problema educacional, es evidente...
Todo esto que la spicología moderna ha inventado de que a los niños no hay que darles sopapos porque se sienten "frustrados", no pasa de ser una invención rídicula y bastante exagerada. Para nosotros, un coski era la expresión de un perfecto equilibrio. Si habíamos ido a robar naranjas, nos subíamos a los árboles, atar una lata al rabo del gato, los niños se apedreaban como unos "machotes", rompiéndose las ropas, sabiamos que mereciamos un correctivo, a sabiendas que lo que haciamos estaba mal hecho, además con "alevocía" porque nos lo advirtieron varias veces. Lo habíamos hecho porque éramos unos "tíos" y por llevar la contraria a la Ley, así que la Ley nos atizaba y quedábamos en paz...
Verán mejor el video si ponen la opción de plena pantalla, es mucho mejor.
Antiguas Costumbres