Foto: Manuel Jesús Rodríguez Rechi-ABC- |
El pueblo se echó a la calle
En silencio, en oración
Le acompaño hasta su templo
Rodeándole de amor.
No se oía ni un murmullo
No se escuchaba una voz
Solo el paso costalero
A compás de un solo son.
Cristo ha saludado en calle
De Sevilla es el Señor
Y Sevilla le acompaña
Poniendo su corazón.
En sus ruegos y plegarias
En su entrega, en su amor
La noche tibia de Otoño
Sin luces de primavera.
Al Señor acompaño
Y Jesús mirando al pueblo
A su pueblo a su amor
Pidió a su Padre por ellos
Y les dió su bendición.
Concha Mingorance Mellado.