Nuestro grupo con las profesoras en la UPO... |
Meditando en torno de nuestras pérdidas significativas de nuestras vidas, generalmente por fallecimientos de familiares o amigos, los de toda la vida...¡Cuánto cuesta asimilar que ya no los volveremos a ver!
Padecemos pérdidas no sólo a causas de muertes, sino cuando nos vemos obligados a separarnos de nuestros seres queridos, cuando cambiamos, emprendemos un nuevo camino, por el alejamiento de algunos familiares o amigos, así como por el adiós a nuestros más entrañables proyectos, a las ilusiones compartidas con anhelo, a las expectativas difíciles que entrañan grandes retos, hasta las tertulias entre los más allegados y que tantos positivos nos aportan...Es cuando se nos pone de cara que no somos inmune a las huellas del tiempo...Estas pérdidas forman parte de la vida, son universales, ineludibles, inexsorables. Y por curioso que nos parezcan, son absolutamente necesarias porque gracias a ellas CRECEMOS...