lunes, 29 de octubre de 2012

UN REGALO DE UN GRAN ARTISTA PARA EL MUNDO


                                                                                                                                                       
                                                                                                                                                      






LANZAROTE

Suelo llevar una libretita y lápiz para anotar y luego elaborar temas. Me apasionan los viajes. Hoy intentaré compartir con vosotros una de estas aventuras. Especialmente dedicada a mi amiga y compi: Antonia González Munoz,con todo mi cariño.

Me interesa la Historia, pero siempre que puedo, procuro "redondear" casos y causas con los abuelos del lugar, me gusta hablar con ellos, sobre todo, escuchar, como complementos utilísimos, informativos y concretos.

"De repente la tierra se abrió en Timanfaya, a unos 11 kilómetros del pueblo de Yaiza. Una enorme montaña explotó, y las llamas salieron de la cima destruyendo todo lo que encontraban a su paso durante 19 días..."Así es como Lorenzo Cubelo, un sacerdote de Yaiza, describió la erupción del volcán en la isla de Lanzarote en su diario de septiembre de 1730.

Las fuerzas de la Naturaleza se enfurecieron durante seis años, cubriendo el cielo de espesa cenizas y humo. Los habitantes aterrorizados pensaron que había llegado el fin del mundo. Huyeron a zonas de la isla no afectadas y a otras islas cercanas.
A priori Lanzarote parace una tierra yerma, rocas grises, laderas casi sin vegetación, tierra apenas fértil. Pero si me adentro más en la isla, empiezo a ver sus encantos, y los visitantes pueden apreciarlo si se dejan llevar por el maravilloso espectáculo de la madre Naturaleza.

Lanzarote es la isla más nooriental de las Canarias, a tan sólo unos 140 kilómetros de la costa occidental de África. Tiene más de 300 cráteres de volcanes extinguidos que pueden verse alrededor de toda la isla, le dan una imagen de paisaje lunar, completamente diferente a todo lo conocido. En 1974, el área donde se produjeron las más violentas erupciones fue declarada Parque Nacional de Timanfaya, asombrosamente único.

Es aquí donde se encuentran las Montañas de Fuego. El paisaje se caracteriza por la lava negra, la cual forma extrañas y muy curiosas figuras: -Cuando la delgada lava-" el pahoehoe"- se enfrió, sobresalieron unas protuberancias que parecían estar fruncidas. La lava más viscosas "aa-lava" dejó una pila de rocas más afiladas al azar.

Por nuestro recorrido por la isla, comprobamos lo que nos decía el guía: la lava fluía variando de velocidad, pero lo que la superficie se enfrió primero y la masa ardiente continuó agitándose en el interior. Esto provocó la formación de agujeros, que son llamados "jameos" cuando se hunden.

Las plantas afianzando progresivamente en las rocas de lava del Parque Nacional. Pero no toda la tierra se quemó y petrificó. En los islotes hay aún tierra antigua.

En Lanzarote, existen muchos encantos, no solamente para visitar, a mi me parece un lugar estupendo para vivir y con unas gente acogedoras y solidaria que me impresionaron mucho...¿verdad que es así, Antoñita?

Hay una gran influencia en Lanzarote, la de César Manrique. El arquitecto, pintor,  paisajista y, sobre todo, ARTISTA, supo mejor que nadie configurar el perfil de la isla para siempre.
Manrique nació en Arrefice, la capital de la isla, en 1919, vivió en Madrid y después en Nueva York, regresando en 1968. Con extraordinaria visión quiso colaborar al desarrollo del turismo que por aquel entonces comenzaba. Los habitantes vivían apenas de la pesca y la agricultura. Manrique ideó que los recursos naturales de la isla estuviesen protegidos y que los habitantes se beneficiasen de la nueva dirección tomada. Personalmente, lo encuentro como un gran estratega inteligente y sensible, de una maravillosa creatividad.

"Su objetivo era lograr la armonía entre la pintura, la escultura y el paisaje, y buscó una unidad entre el arte y la naturaleza"- dijo de él, Fernando Gómez Aguilera de la Fundación César Manrique. Su idea de un turismo medio ambientalmente proporcionado, respetuoso y buscó una unidad entre el arte y la naturaleza".

El trabajo de Manrique combina la tradición local con los elementos modernos-es claro, simple y efectivo. Su labor fue tan destacada como crucial, ayudando a los lanzaroteños  a desarrollar una conciencia sobre su delicado habitad.

En 20 años Manrique difundió una red de atracciones en toda la isla: el enclave panorámico el "Mirador del Río" y Jameos del Agua en el norte, su antigüo estudio de Tahiche-ahora la Fundación-en el centro de la isla, y el restaurante El Diablo en Timanfaya, en la parte occidental de la isla. Nosotros nos maravillamos con todo esto: Los Jameos del Agua son parte de la galería de lava que se extiende más de 6 kilómetros desde el volcán Monte Corona hasta la playa. César convirtió lo que solía ser un gran vertedero en verdadero oasis tropical. Una cueva derrumbada contiene una fabulosa piscina; otras albergan una sala de conciertos, una discoteca y dos bares.

El Restaurante El Diablo es asombroso, parece una estación espacial en el paisaje lunar de Timanfaya. Seguidores, en el mismo comedor redondo ofrece magnificas vistas sobre el volcánico desierto. Manrique lo edificó sobre el Islote de Hilario-el punto más caluroso del Parque  Nacional. Fíjense, lectores, sólo a 10 centímetros bajo tierra, la temperatura es de 140º, y los chefs asan salchichas, pollos...en un grill natural. Nuestro almuerzo fue degustándo esos asados.

Otros tipos de arte es el sector de elaboración de vino. Mucha parte de Lanzarote recibe menos de 200 milímetros de lluvia anualmente, pero el vino consigue elaborarse gracias al ingenio, a pesar del clima desértico. El vino se vierte en unos embudos llamados geria, estos contienen pedazos de lava porosa, llamada lapilli que recogen las gotas, y de esta forma proporcionan suficiente agua para mantener los vinos vivos. Hay dos clases de vinos principalmente: Malvasía que fue importado desde Creta durante la Edad Media, y el Moscatel, riquísimos ambos.

La agricultura es escasa, pero buena; patatas, melones, cebollas...también hacen la fabricación ollas sin utilización  del torno de los alfareros, mezclan la arcilla con arena, le dan forma sobre el suelo y lo cuecen a unos 700º, (creo recordar).

En joyería tienen verdaderas preciosidades. Mi marido me regaló un sortija con olivina, (en la actualidad es muy escasa y hay que comprarla en sitios con prestigio). 

Nos dijeron que en el siglo XVI se importaron burros y camellos desde África. Estos solían llevar las pesadas cargas de madera repletas de uvas, durante la vendimia.

Una de sus figuras inspiró a Manrique para esculpir una estatua-"el diablo oxidado"-. Hoy permanece en la entrada y en los límites exteriores del Parque Nacional de Timanfaya, símbolo del área protegida que abarca más de 50Km2, su cola enroscada termina en una flecha que apunta hacia el infierno.
Nuestra admiración por Manrique la he manifestado con este merecido homenaje a un artista enorme y sensible. Gracias a él Lanzarote aún mantiene un ambiente natural sin vulnerar sus bellezas, sin explotar como en otros lugares. Ojalá podríamos haber tenido muchos Manrique por nuestras costas y ciudades y disfrutar de su legado.

Un saludo muy cordial para todos los lanzaroteños que lean este modestito manifiesto y que sepan de mi admiración y mi apoyo a esa bendita tierra.

A tí, querida Antonia, gracias por tus escritos de la saga de Canarias en la que has vivido disfrutando de ellas y nos has contado tus vivencias, todo un lujo para mi blog.