¡Ya huele a incienso en Sevilla!
pregonando va por Sierpes
la Virgen con su mantilla.
¡La Paz esté con vosotros!
dice Jesús Despojado
al contemplar una Estrella
que de Amor había inundado.
Con música de capilla
viene Jesús de Las Penas;
semblante dolorido
La Vera-Cruz y Tristezas.
Por fin llega el Martes santo
rodeado de Estudiantes,
Javieres y Candelarias
que rezan junto al Alcázar
oraciones y plegarias.
Salud y Refugio piden
ángeles por San Bernardo;
Panaderos que proclaman
Siete Palabras de llanto.
Por Recaredo te cantan.
¡Cristo de la Fundación!
Decidme: ¿quién habrá sido?
¿Quién no vió tu Exaltación?
¿Quién clavó tu Crucifijo
en el monte de Pasión?
¡Madrugada, madrugada
De Esperanzas y Gitanos,
de Calvarios y saetas
a un Gran Poder y un Silencio
que demuestran su Sentencia
con la Cruz entre sus manos!
Cachorro, La O y Triana
se funden en un abrazo.
La Virgen de la Piedad
lleva a Dios en su regazo,
mientras que en su Soledad,
desde San Buena Bentura,
María, desconsolada,
pide cariño y ternura.
¡Ya el incieso se esfumó!
La Semana Santa se fue
como flor que en Sevilla
paseó con su mantilla
al compás de...
¡¡¡A ésta es!!!
(Recopilado).