Yo me hice universitario
tras aprobar la reválida,
hace más de medio siglo,
el tiempo qué pronto pasa.
Y hube de apretar los codos
ciento y una madrugadas,
porque el examen de Estado,
que así entonces se llamaba,
no era ningún pasatiempo
ni ninguna chuminada.
La carrera que estudié
no sirve para nada,
más soy universitario,
y lo digo en voz alta,
y para llegar a serlo
hube de hacer la Reválida.
Yo tengo muchos amigos
de mi edad y circunstancias,
que no hicieron ese examen,
porque no les dió la gana,
o lo hicieron y fallaron,
pues se les atragantaban
al que no el latín y el griego,
las odiosas matemáticas.
No son universitarios,
pero aquí no pasa nada.
Si sin hombres de provecho
para el día de mañana.
Les van bien en sus negocios,
suficientes euros ganan,
son honrados, son felices,
viven bien y Santas Pascuas.
El tal examen de Estado
alguien lo borró del mapa.
Ahora el actual Gobierno se empeña
en que vuelva la Reválida,
y miles de ciudadanos las vestiduras
se rasgan
mayormente no los de izquierdas,
izquierda civilizada,.
Aunque existen excepciones,
cual la mía, que está muy clara.
Yo he sido siempre izquierdoso,
desde mi más tierna infancia,
izquierdoso prácticamente,
izquierdoso hasta las trancas,
y sin embargo yo acepto
el exámen de Reválida.
¿Es selectivo ese examen,
según la protesta airada
de sus muchos enemigos?
Pues claro, de eso se trata.
Lo mismo se selecciona
por su valía probada,
al fotógrafo, al bombero,
al operario de la fábrica,
al que juega a la pelota,
al empleado de Banca,
a la que pasa modelos
y a la eficaz secretaria.
¿Qué el examen favorece
a la enseñanza privada,
dicen que de más nivel
que la pública
y por lo tanto en "ventaja"?
(Que el Gobierno dé mucha más pasta)
Dialogue, proponga, acepte, oíga,
medite, dote de medios
económicos y humanos, así todos
seremos atendidos,
trabajndo por la Enseñanza.
Miren ustedes, lectores,
dejémonos de chorradas.
Desde siempre han existido
en todas las enseñanzas
alumnos listos y torpes,
ceporros y luminarias,
los hay que son laboriosos,
y los hay que no trabajan.
Y tanto en la "gratuita"
como en la clase que paga,
bien que abunda los adictos
al bocata y al cubata
que a la hora del estudio
les da asco la "estudiada".
El que vale, es el que vale,
y el que no vale, pues nada,
que se dedique a otra cosa
sin examen de Reválida.
Pero sepa de antemano
que vaya al sitio que vaya,
también le le van a exigir
que demuestre su eficacia,
en una especie de examen
que no sé cómo se llama,
pero igual que el del Estado,
con toda lógica trata
de evitar que un vago inútil
cobre un sueldo por la cara.
De , J.A. Garmendia.
Recopilado por :
M C Franconetti.