Meditando en lo curioso que podemos ser los seres humanos cuando nos ponemos a plantar un árbol y somos conscientes que, cuando crezca, ya no tendremos la edad de trepar a él...
Nos pasamos determinado tiempo atendiendo a nuestro familiar enfermo, aún cuando llevamos el "virus" de la enfermedad que al final nos llevará a la tumba...
Elaboramos leyes para personas que nacerán dentro de muchos años, y tal vez no las merezcan...
A mi criterio, eso nos infunde un cierto coraje, a veces, ergimos la cabeza y nos damos tiempo de mirar y admirar el entorno, la Madre Naturaleza. Muchos han perdido tan plancentera y enriquecedora capacidad de observación, es muy bueno mirar el sol, mar, campo...y reír.
Siempre he considerado que la risa, es de los sonidos más bellos, gratificantes y necesarios y que durará hasta el día en que todo termine por la llegada de la oscuridad...en este mundo, el momento adecuado para reír es cada vez que se pueda...