EL MONO SAPIENS
Aquel vuelo espacial experimental era tan secreto, que las instrucciones para los tripulantes, selladas y entregadas por separado, deberían ser abiertas sólo después de entrar en órbita.
Un científico invitado a formar parte de la tripulación se sorprendió al descubrir, inmediatamente antes del despague, que su único compañero era un chimpacé. Una vez en órbita, el mono abrió su sobre con las instrucciones, las estudió cuidadosamente y empezó a pulsar botones, accionar palancas y dedicarse a una gran diversidad de complicadas tareas.
Si él que hace todo eso, pensó el científico, ¿cuál será mi cometido? Abrió entonces su sobre y leyó:
"No olvide alimentar al chimpacé"