Recuerdo aquel día como la manifestación más multitudinaria, alegre y esperanzada que yo viviera en mi corta vida. No había ventanas ni balcones que no tuvieran banderas andaluzas. Familias enteras cantaban vivas y lo que fue el Himno de la Transición, y se quedó para siempre en nuestros corazones y memoria, cantado por el conjunto genial de los onubenses Jarcha: LIBERTAD SIN IRA.
Me encontraba residiendo con mi familia en Málaga. Había llovido ese día, pero eso no restó entusiasmo del pueblo. La hija de Blas Infante entregó la bandera de su padre para que nueve niños la llevaran por las calles malagueñas...
Un jovencísimo Carlos Cano pregonaba a los cuatro vientos con enorme sentimiento su bandera musical: VERDE Y BLANCA, que quedó como testimonio vivo desde aquel día y para siempre...
Un jovencísimo Carlos Cano pregonaba a los cuatro vientos con enorme sentimiento su bandera musical: VERDE Y BLANCA, que quedó como testimonio vivo desde aquel día y para siempre...
Todo iba transcurriendo pacífica y alegremente, hasta que un adolescente José Manuel García .Caparrós quiso poner nuestra bandera en una fachada oficial. Recibió un disparo mortal. Lo asesinaron por ese gesto. Quedó impune, no se hizo justicia para escándalo y bochorno de todos. Hoy, mi blog le hace sentido homenaje y me solidarizo y envio un fuerte abrazo a sus familiares.
Un reconocimiento profundo a todos aquellos que hicieron posible nuestro proyecto gestado desde el entusiasmo y el sentimiento y siempre desde el más extricto respeto...
¡VIVA ANDALUCÍA!