Triana
Cuando dice
Triana, se te llena la boca de palabras para describirla. Cuando dices Triana,
dices arte ,dices alegría ,dices copla ,dices cante de fragua ,dices manos de
barro alfarero….
Triana es la hija mayor
de Sevilla y Sevilla la adora. Cuando sale sol, en la orilla izquierda
del Rio, Triana se ilumina, abre sus ventanas y deja que este se cuele y
alumbre cada rincón de la casa. Y Triana se despereza creando, cantando,
inventando.
Ecos de copla de la calle Pureza, cante jondo que
acompaña a la fragua, Esperanza aireando su traje de gala ,sacándole lustre a
sus caballos para cuando llegue su Jueves Santo tenerlo todo preparado.
Cuando los que vivimos en la orilla de frente decimos
“Voy a Triana”, es como ir de paseo a un barrio que es como un pueblo cercano,
pero con otra personalidad, con otra idiosincrasia distinta. Triana es morena,
tiene ese magnetismo que te atrapa; los trianeros tienen la fraternidad, la
hospitalidad, la mano y el corazón abiertos, y cuando por allí paseas, cuando
traspasas el puente, crees que has entrado en otro mundo, pero el sevillano
sabe que él es un trocito de ese barrio, y se entrega a él, se abraza para
empaparse de todo lo que encierra, todo lo que ofrece, todo lo que regala.
Muchos trianeros cubren sus penas con el cante, o con una
copla; de la misma manera demuestra sus alegrías, en cante o baile donde el
cuerpo se vuelve junco, y donde la guitarra consigue que se contonee,se
tronche, alce los brazos y exprese lo que lleva dentro, muy dentro y que
necesita compartir
Si yo en Triana
viviera
muy orgullosa estaría
pues sin serlo yo me siento
Concha Mingorance.