Hoy celebramos el 200 aniversario del Museo del Prado de Madrid, primera pinacoteca española y una de las más destacadas del mundo.
Muy recientemente ví un magnifico documental en La 2 t.v. y sabía que en muy poco tiempo tendriamos este extraordinario evento, así que me tomé nota, segura que en tan especial día habría datos sustanciales y pocos conocidos. Hoy quiero rendir un muy merecido homenaje a estas grandes artistas femeninas que la Historia no les hizo justicia a sus enormes méritos y esfuerzos por las épocas en que vivieron.
Son algunas mujeres que tuvieron éxito en su tiempo. Después de su muerte muchas pinturas fueron inicialmemte atribuidas a varones, por lo general, se apropiaban de ellas los varones de su familia sin el menor pudor. Otras muchas permanecieron ocultas y sus obras salian inicialmente firmadas por los hombres de su entorno familiar.
Ya que estamos en clave de reconocimientos, lo primero que voy a pedir para ellas es destinar un lugar en el Museo para estas mujeres, por méritos sobrados propios, sobre todo que se vea una reparación y una igualdad -de verdad-. Si alguien se suma a la petición, estáis invitados, seguidores...
La exposición de Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana en el Museo del Prado mostrará la personalidad artística de dos de las mujeres más notables de la historia del arte occidental. A través de un total de sesenta obras, el Museo del Prado reunirá por primera vez, en el mismo espacio, los más importantes trabajos de Sofonisba Anguissola (ca. 1535-1625) y Lavinia Fontana (1552-1614), pintoras que alcanzaron reconocimiento y notoriedad entre sus contemporáneos, a pesar de y al mismo tiempo, por ser mujeres. Ambas supieron romper con los estereotipos que la sociedad asignaba a las mujeres en relación con la práctica artística y el arraigado escepticismo sobre las capacidades creativas y artísticas de la mujer.
Estas pintoras fueron dos reconocidas figuras de su época que rompieron con muchos de los estereotipos que la sociedad asignaba a las mujeres en relación con la práctica artística. Sofonisba perteneció a la pequeña nobleza de Cremona y, por su condición aristocrática y sus habilidades para el retrato, llegó a España como dama de corte de Isabel de Valois, posición que condicionó su dedicación a este género pictórico. Por su parte, Lavinia se formó en el ámbito doméstico junto a su padre, Prospero Fontana, y llegó a tener un taller muy activo en Bolonia a finales del siglo XVI, con una variada producción de pinturas religiosas, mitológicas y retratos.
La exposición pondrá de manifiesto el arte de estas dos mujeres cuyas figuras se fueron desdibujando a lo largo del tiempo, pero que en los últimos treinta años han vuelto a despertar el interés de investigadores y público en general.
La exposición abre sus puertas el 23 de octubre y podrá visitarse hasta el 2 de febrero de 2020. Además, se completa con un conjunto de actividades que ponen de relieve la creación artística de las mujeres hasta la actualidad, con conciertos, charlas, performances y conferencias.
Ya que estamos en clave de reconocimientos, lo primero que voy a pedir para ellas es destinar un lugar en el Museo para estas mujeres, por méritos sobrados propios, sobre todo que se vea una reparación y una igualdad -de verdad-. Si alguien se suma a la petición, estáis invitados, seguidores...
200 años sin mujeres pintoras... hasta hoy. Clara Peeters rompe el tabú del Prado
La pintora barroca sigue haciendo historia cuatro siglos después y protagoniza la primera exposición de la historia de la pinacoteca nacional dedicada a una mujer
Historia de dos pintoras: Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana en el Museo del Prado
El Museo del Prado vuelve a exponer a mujeres artistas entre lo destacado de su programación tras la primera exposición de una mujer en 200 años, Clara Peeters, en 2016.La exposición de Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana en el Museo del Prado mostrará la personalidad artística de dos de las mujeres más notables de la historia del arte occidental. A través de un total de sesenta obras, el Museo del Prado reunirá por primera vez, en el mismo espacio, los más importantes trabajos de Sofonisba Anguissola (ca. 1535-1625) y Lavinia Fontana (1552-1614), pintoras que alcanzaron reconocimiento y notoriedad entre sus contemporáneos, a pesar de y al mismo tiempo, por ser mujeres. Ambas supieron romper con los estereotipos que la sociedad asignaba a las mujeres en relación con la práctica artística y el arraigado escepticismo sobre las capacidades creativas y artísticas de la mujer.
Estas pintoras fueron dos reconocidas figuras de su época que rompieron con muchos de los estereotipos que la sociedad asignaba a las mujeres en relación con la práctica artística. Sofonisba perteneció a la pequeña nobleza de Cremona y, por su condición aristocrática y sus habilidades para el retrato, llegó a España como dama de corte de Isabel de Valois, posición que condicionó su dedicación a este género pictórico. Por su parte, Lavinia se formó en el ámbito doméstico junto a su padre, Prospero Fontana, y llegó a tener un taller muy activo en Bolonia a finales del siglo XVI, con una variada producción de pinturas religiosas, mitológicas y retratos.
La exposición pondrá de manifiesto el arte de estas dos mujeres cuyas figuras se fueron desdibujando a lo largo del tiempo, pero que en los últimos treinta años han vuelto a despertar el interés de investigadores y público en general.
La exposición abre sus puertas el 23 de octubre y podrá visitarse hasta el 2 de febrero de 2020. Además, se completa con un conjunto de actividades que ponen de relieve la creación artística de las mujeres hasta la actualidad, con conciertos, charlas, performances y conferencias.
Hace
tres años el Prado saldaba una deuda histórica con las mujeres. Abría
la primera exposición dedicada a una artista, Clara Peeters, que pintaba
autorretratos en los reflejos de los objetos metálicos que aparecían en
sus cuadros. La invisibilidad de las mujeres en el Prado parece que ya
es historia. Ahora son dos las artistas que se reivindican como grandes
pintoras en sus salas. Y aguantan el tipo ante sus colegas.
«La
presencia de las mujeres es una laguna que tenemos todos los museos
-dice Miguel Falomir, director del Prado-. Hemos querido hacer una
exposición que mostrara que no hay una sola forma de ser mujer y ser
artista. Dentro de unas mismas coordenadas geográficas y culturales,
unas desarrollan una carrera como aficionadas y otras son capaces de
tener un taller y competir con sus colegas masculinos». Adelanta el
director del Prado que el año que viene habrá en el museo una exposición
sobre el papel y la imagen de la mujer en la pintura española de
finales del XIX y principios del XX.
Autorretrato tocando la espineta
de Lavinia Fontana
Óleo sobre lienzo, 1577
Roma, Accademia Nazionale di San Luca
Roma, Accademia Nazionale di San Luca
“La presencia de las mujeres es una laguna que tenemos todos los museos”
Son 33 las pintoras presentes en las colecciones del
Prado (69, si incluimos grabadoras, ilustradoras, etc). Por contra, la
nómina de pintores en los fondos de la pinacoteca es de más de 5.000. El
porcentaje resulta «tramposo»: el 42% de las pinturas de las mujeres
está expuesto en el Prado, frente al 31% de las de los hombres. Y es que
la diferencia de obras entre unas y otros es abrumadora. En estos
momentos siete cuadros de pintoras cuelgan en el Prado: uno de Angelica
Kauffmann, otro de Artemisia Gentileschi, cuatro de Clara Peeters y una,
la última en sumarse, de Rosa Bonheur: «El Cid». A ellas hay que añadir
las cuatro obras de Sofonisba Anguissola y una de su hermana Lucia
presentes en la exposición.
Las mujeres en el Museo del Prado
Son 33 las pintoras presentes en las
colecciones del Prado (69, si incluimos grabadoras, ilustradoras, etc).
Por contra, la nómina de pintores en los fondos de la pinacoteca es de
más de 5.000. El porcentaje resulta «tramposo»: el 42% de las pinturas
de las mujeres está expuesto en el Prado, frente al 31% de las de los
hombres.
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