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| Foto: Rocío Ruiz, mi hija. |
Hoy es la Noche de la Ilusión y me viene a la memoria aquella visión que tuve hace mucho tiempo...con sorpresa y emoción ví a los Reyes Magos en casa. Nos estaban dejando unas cajitas de lápices de colores y unas bolsitas con caramelos en los zapatos, recién limpios por mi hermano y por mí. Aquellos tiempos los recuerdo como muy felices. Siempre nos traían algo, aunque no fueran grandes cosas, pero hacían que esta noche mágica la viviéramos con intensa ilusión y alegría, muy contentos de recibir los regalos.
Bueno, tan sólo ví a dos, con sus enormes capas, estaba todo muy oscuro y tan sólo entraba una tenue luz desde la calle y a los Reyes dejar los caramelos en los zapatos, el tercero, me dijo mi padre que se quedaba en el campamento real preparando los regalos de los otros niños...
Jamás olvidé la visión de los Reyes Magos, del cariño que tuvimos y lo que se esforzaron para que también tuviéramos un regalito y disfrutar de la algarabia desayunando con las deliciosas rosquillas de mamá ¡Mucho más ricas que el Roscón de Reyes!
Hoy en que ya soy adulta, creo que vosotros también los vieron alguna vez, son Magos realmente. También entiendo la dedicación para lograr que los niños tengan esa experiencia tan dichosa y el esfuerzo para lograrlo, cuando hay pocas posibilidades, lo comprendo ahora que tengo dos preciosas hijitas. Quizás, con los años, también reciban otro beso en la frente, como el que los Reyes nos dieron a mi hermano y a mí y así seguirá como los eslabones de la vida.
Feliz Noche de la Ilusión para los Reyes Magos del ayer, de hoy y del futuro, porque la mejor magia es el niño que todos llevamos dentro...
Feliz Noche de Reyes a todos.
Un abrazo, con chocolatinas y caramelos.
(Éste escrito tiene 30 años. He querido compartir con vosotros mi relato).