El collar
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Foto: la autora y dueña del collar tan bonito. |
Ha
llegado el Otoño, aunque la calor se ha alargado más de lo normal, es hora de
cambiar los armarios. Tienes por delante el desalojo de la ropa, su limpieza y
lo último la clasificación para ver que guardas o que desechas por inservible.
Para un ama de casa en activo esto lo hace
rápido, de forma mecánica; pero para alguien de la tercera edad, esto cambia
totalmente
Le ponemos más los cuatro sentidos, le damos
más tiempo, y nos entregamos a la labor de distinta forma o maneras
Tras la limpieza de dichos armarios, te toca
la clasificación de la ropa ,clasificar….la que no te va a servir de nuevo, la
que se ha quedado deteriorada, o la que desechas porque llevas años sin
ponértela
Y ante la mayor parte de ellas, te paras, la
coges con mimo y te viene el recuerdo de
cuando cómo y dónde te pusiste aquel
conjunto. ¡ Ah ¡ este es de la boda de mi hija, ¿ me lo he vuelto a poner
después en otra ocasión similar?, ¿fue práctica su compra para una sola ocasión? o este hecho se convierte en despilfarro..
Hace años pensé que sí habría otro mañana ,
otro después para volver a usarlo.
Vuelvo a guardarlo, y sigo prenda a prenda mi
selección, pero hay muchas que me traen recuerdos de vivencias, de momentos, de
fechas, de recuerdos.
Ejecutar esta labor me lleva más tiempo de lo
normal, pero dispongo de tanto tiempo, que volver la vista atrás, es gozar de
mis recuerdos, de mis momentos
Al fondo del armario me encuentro un estuche
cuadrado, no recordaba que estuviera allí; bueno en realidad es que no me
acordaba que tenía allí guardado.
Abro el estuche y me encuentro con un collar
de perlas Majoricas blanco y negro precioso, con un diseño muy bonito y
atractivo.
Cogí entre mis manos el collar y cerré los
ojos, y traspasando el tiempo me situé ante un escaparate en Palma de Mallorca,
con mi marido, contemplando
admirada
la belleza que me transmitía el collar. Mi marido al observar mi entusiasmo y
en un gesto de amor, entró y me compró el collar
Es tan bonito, que lo guardé para lucirlo en
la ocasión oportuna, en un después, en un mañana
Han pasado muchos años, muchos mañana, muchos
después y el collar no se ha movido de su caja ; ahora ya no hay mañanas, no
hay después, solo hay un presente y un ahora
Yo
aconsejo a los jóvenes continuamente “ Vivid “ pero vivid ahora ,no dejes tu
sueño para un mañana que no te pertenece, solo somos dueños de nuestro ahora
Si
guardas tus sueños para mañana pudiendo realizarlos hoy, te pasará como a este
collar que terminará guardado en una jaula de oro donde no le di su momento
para que viese la luz, y este hecho es totalmente incomprensible ,absurdo.
Al igual que guardamos objetos materiales,
guardamos gestos que son fácilmente realizables, un saludo con sonrisa, un
abrazo amigo y un decir Te quiero ; esa
palabra y la de Gracias son las joyas de oro de nuestro lenguaje