NUESTRA SEÑORA DEL PILAR
En la iglesia de S. Pedro, la venerada imagen es de candelero, fechada entre 1741-1748. Mide 1,15 incluyendo la nube de querubines que le sirve como trono. En la mano izquierda porta al Niño Jesús, de la misma época y estilo. Todo va sobre columna metálica sujeta por gallardos, ángeles de gran valentía y ritmo compositivo. En la base figuran Santiago arrodillado y dos Varones Apostólicos dormidos. El conjunto supone un delicioso "misterio conográfico", que escenifica la aparición de la Virgen al Evangelista de nuestra Patria. Se atribuye a la escuela de Benito de Hita y Castillo.
Ante el mal estado de conservación del antiguo paso neoclásico, se ha renovado por otro de similar estilo de López Pavón. Lleva candelabros de forja. Lleva la bandera nacional terciada en su frotis. Es de gran mérito la corona de la Virgen, con auréola de las más antiguas y canasto posterior, planamente barroco, de fina y esmerada ejecución.
La coronita del Niño, donada por el célebre platero aragonés Alexandre y valorada en la época con 120 reales de vellón.
La coronita del Niño, donada por el célebre platero aragonés Alexandre y valorada en la época con 120 reales de vellón.
DAROS HISTÓRICOS
Dícese que los caballeros aragoneses que vinieron para la conquista de Sevilla fueron los fundadores de esta Hermandad. Al principio estuvo compuesta exclusivamente para los naturales del reino de Aragón, hasta que en 1696 se dio entrada a todos los fieles sin distinción del lugar de nacimiento.
Las Reglas aprobadas por el Consejo de Castilla en 1789, estipulaban diversos actos de caridad y de culto. El Papa León XIII, por rescripto de 1885, agregó la capilla de esta Hermandad a la Santa Angelical del Pilar de Zaragoza. A principios del siglo XX la collación de S. Pedro celebra en la fiesta de la Virgen, engalanando lujosamente la esbelta torre parroquial. En 1925 asistió a los cultos el infante D. Carlos de Borbón.
Tras la guerra, la imagen acudió hasta tres veces a la catedral: 29 de diciembre, 1939, enero, 1940, y noviembre de 1946, por el Patronato de la Virgen de los Reyes. Luego pasó unos doce años, sin procesionar, reavilizándose a partir de 1979.
DATOS CURIOSOS
En 1941, la bandera nacional que iba en el frotis del paso sirvió para transportar el cadáver del príncipe D. Carlos de Borbón a la parroquia del Salvador.
Igual que las procesiones de la Divina Pastora y Virgen de la Cabeza, recorren las capillas y conventos del sector. En la entrada de la imagen se produce una de las entradas más perfectas que nosotros conocemos, cuando los costaleros en una larga y meritoria chicotá que ya marca estilo, introducen muy lentamente el paso en el templo, entre aplausos merecidos, con los últimos sones de la Marcha Real.
Hermandades de Gloria de Sevilla.
Juan Martínez.
Fotos: Rafael Márquez.
OTRAS CURIOSIDADES
A mediados de nuestro siglo XX, el cardenal D. Pedro Segura y Sáenz, que tenía especial devoción por la Virgen de los Reyes, cuya imagen fue traida a Sevilla en tiempos del rey S. Fernando, y que siempre ha ocupado el altar de la Capilla Real, decidió designar a la Virgen de los Reyes como Patrona de la Archidiócesis Hispalense: osea, patrona de la archidiócesis, pero no de la ciudad, (como erróneamente creen muchos). En resumen: la Patrona de Sevilla es la Virgen del Pilar, puesta por el obispo, que después fue santo, S. Pío.
Copatronas son las dos santas hermanas alfareras trianeras, mártires sevillanas de la época romana: Justa y Rufina.
Patrona de la Sede Episcopal es Ntra Sra de la Sede, puesta en la catedral por D. Remondo en 1248.
Patrona de la Corporación Municipal es la Virgen de la Hiniesta, que se venera en la parroquia de San Julián.
Patrona de la Corporación Municipal es la Virgen de la Hiniesta, que se venera en la parroquia de San Julián.
José Mª de Mena
Tradiciones y Leyendas Sevillanas, pág. 29.
Foto: internet.