Numerosas versiones dicen que proceden de "campanilleros de villa y de villanos", de origen agrario, según confirma Menédez y Pelayo, datándolos en la Alta Edad Media como canción lírica y de expresión popular. También está el referente Rodrigo de Zayas, quien localiza su origen en la pieza poética inventada por Muguaddam Ibn Muaff, conocido vox populis como el "Ciego de Cabra", el mismo De Zayas atribuye al maestro de capilla de la Catedral de Sevilla la creación en el siglo XVII y XVIII, cultivaron con esmero esta expresión musical y los villancicos ocuparon un predominante papel lírico.
Hacia finales de siglo XIX cuando estas composiciones se aflamencan, incluyéndose en la rama de cantes folklóricos andaluces del frondoso árbol del Cante Flamenco. La influencia del campanillero nace y en extensa versatilidad de interpretación, entran al son de bulerías en el Jerez de la Zambomba, como los tanguillos, peteneras, malagueñas, tientos o fandangos de Huelva. El gran maestro Enrique "El Mellizo", los aclopara desde sus profundos conocimientos de medida y expresión, así como el genial, Manuel Torre, creara la interpretación más flamenca de campanilleros. Miguel de Molina y Antonio Mairena conectan con Torre "su mejor interpréte" y comentan que desde el maestro jerezano, no habido nadie capaz de aprovechar las posibilidades de este cante. De su interpretación sale la muy popular versión de Dolores Jiménez, "La Niña de la Puebla", que sigue muy vigente en nuestros días:
En los pueblos de mi Andalucía
los campanilleros por la madrugá,
me despiertan con sus campanillas
y con sus guitarras me hacen llorar,
y empiezo a cantar
y al sentirme tó los pajarillos,
cantan en las ramas y se echan a volar...
Actualmente, aunque Sevilla y Jerez han sido núcleos de estas tradiciones, debemos incluir en estos los verdiales de Málaga, los grupos de Pozoblenco, (Córdoba), los de Torredelcampo, tan singulares, así como Andújar, del Andévalo en Huelva y las cuadrillas almerienses...se oye a Andalucía, se aflamenca, es canción, copla, cante popular, expresión del pueblo con raíces y a la que la Niña de la Puebla los universalizara, en todas las casas se cantan su "Campanilleros", en mi casa desde muy niña, mientras en la gran cocina hacían pestiños y rosquillas, nosotros, cuándo eramos niños le dábamos a la zambomba, pandereta y palillos, (castañuelas), en finolis y a cantar, después nos íbamos todos al Nacimiento. Para nosotros siempre fue tradición tan venerada como irrenunciable a nuevas introducciones. Fue toda una gozada. Nuestro Nacimiento era precioso y grande, ponerlo era una verdadera ilusión y fiesta para todos. También salíamos a la calle a cantar por el barrio. Jamás olvidaré aquellos días. Hoy ya nos faltan algunos, ley de vida, pero me dejaron unos de los recuerdos más intensos, queridos y preciosos que pueda haber en este mundo...
Datos históricos recopilados.
El resto, son vivencias familiares.