Para entender mejor el arte flamenco hay que ir por Triana, exprimir y beber hasta la última gota del ARTE que emana. En nuestros días, unas de las almas mater es la influencia que se percibe, especialmente en el dúo que formó durante años gloriosos con su mujer, Loles Montoya, del trianero Ricardo Pachón, que aportó lo suyo y es justo reconocerlo.
Mi sentido y merecido homenaje desde estas páginas a la memoria y ARTE, con mayúsculas del artista: Manuel Molina, gran poeta, destacado guitarrista, que creó un personal toque y cantaor con "peñizco". Ha fallecido físicamente, pero nace un mito para la posteridad. Sus actuaciones, memorables, siempre que podía, no me perdía ni una, disfrutando y emocionándome con su arte.
La estirpe artística está asegurada en su hija, Alba Molina, ya firme promesa que apunta y destaca maneras.
Mi más sentido pésame a toda su familia y allegados. El flamenco está de luto y muy triste por la muerte de un gran genio: Manuel Molina.
¡Descanse enPaz!
Su hija, besa emocionada, la guitarra de su padre. |
Mari Carmen.