martes, 17 de marzo de 2015

REFLEXIONES: LOS LIBROS



Aquellas tardes frías de invierno las pasaba leyendo y era en gran diversidad, siempre tuve curiosidad y me apasionaba llegar a comprender el porqué de las cosas. No suelo tirar la toalla, a lo más que llego ante dificultades es "aparcar", mientras intento nuevas estrategias para poder llegar a definitiva conclusión más adelante...

Mis libros fueron casi mis primeros amigos. Adquirí este buen hábito de leer desde que era una niña. Los réditos son positivos y vitalicios,  se hizo una pasión útil y a través de sus páginas vivía increibles aventuras, ampliaba conocimientos, me divertía, viajaba a otras culturas, a otras épocas y conocía  a personajes increibles, grandes inventores, ingeniosos pícaros...Paseaba por la sociedad del pasado para poder entender mejor el presente...

Me gustaba el tacto y el olor que desprenden las páginas. Tan natural veía mi afición por los libros que me "metía" en la idea de asumir los papeles de los personajes. Ahora aprendo de otros ojos lectores que en mi vida son todos estos esquemas y signos ortográficos que perdurarán en mí, y que en ellos, los recuerdos; la voz de mi madre, mi espacio, el de aquellos autores que me dejaron huella y leía cotidianamente, su pasado, su íntimo territorio, la esperanza de expresarme en su propio lenguaje, el gozo de intercambiar inteligencias y esforzarme y repasar hasta ver si es digna de atención, todo un reto para mí...