Con sorprendente frecuencia, hay personas que suelen desear aquello que no poseen y cuando lo obtienen, ya están ansiando lo siguiente. Consideramos a los demás nuestros competidores...
Si no experimentamos gratitud por lo que tenemos, nos sentiremos como afectados, insatisfechos. Reconocer el valor de lo que la vida nos ofrece, incluso en las circunstancias simples y cotidianas es esencial para nuestro bienestar y sosiego. Dice Piero Ferrucci que "la auténtica gratitud nace sólo cuando están presentes la solidaridad y la conciencia del mal; de lo contrario se trataria de un optimismo falso"y tiene mucha razón...
Cuando nos sentimos agradecidos apreciamos mejor el valor de nuestro presente, apreciamos lo bueno que hay en nuestras vidas, el valor del esfuerzo y la entrega recibida de los allegados: padres, hermanos, hijos, abuelos, parejas, maestras, amigos, colegas y colaboradores...Es una actitud notablemente cálida, recíproca y muy receptiva, facilitándonos la existencia, porque dejamos aparte las quejas y las frustraciones.
La gratitud se siente, siendo conscientes de que experimentamos un continuo intercambio y de que dependemos unos de los otros para sobrevivir; es reparar en que la dicha está delante de nuestros ojos...¡Ábrelos bien!
CONFIANZA: apuesta decididamente, con.. toda tu voluntad, tienes mucho que ganar.
Cada vez que decidamos confiar en alguien, desde luego nos la estamos jugando, pero la alternativa es peor, de paso, sabremos de por vida lo que podamos esperar de determinada persona, pero hay que arriesgar, eso es indudable, porque si no arriesgamos, no conseguiremos nada de perspectivas...
A veces, nuestra vida discurre por la cuerda floja, pero cuando confiamos, la vida, pese a su inestabilidad y vaivenes, es maravillosa, exprimir de su fuente hasta la última gota. Por ejemplo confianza muy necesaria es la que depositamos en nuestros hijos, a ellos les reporta satisfacción e independencia eso les da responsabilidad, incluido en el mundo empresarial, donde lo prioritario podríamos suponer que conviene ser cauteloso, (eso más bien al principio), se beneficia un ambiente sin recelos y respetuoso. He aquí un ejemplo ilustrativo es el de Muhammad Yumus, fundador del Gramen Bank en Bangaldesh: concede préstamos a personas muy pobres para que monten pequeños negocios. Lo curioso es que no existe contratos-la situación económica de los solicitantes no les permiten ofrecer garantías-, pero el reembolso de los préstamos concedidos es un 90& superior al de los clientes ricos de los tradicionales. Cuando hace un tiempo leí esta noticia, me impactó tanto como me sorprendió, pero profundizando, le ví pronto la lógica. Ya sabes, a riesgos de que la traicionen, REGALA TU CONFIANZA...
Cuando nos sentimos agradecidos apreciamos mejor el valor de nuestro presente, apreciamos lo bueno que hay en nuestras vidas, el valor del esfuerzo y la entrega recibida de los allegados: padres, hermanos, hijos, abuelos, parejas, maestras, amigos, colegas y colaboradores...Es una actitud notablemente cálida, recíproca y muy receptiva, facilitándonos la existencia, porque dejamos aparte las quejas y las frustraciones.
La gratitud se siente, siendo conscientes de que experimentamos un continuo intercambio y de que dependemos unos de los otros para sobrevivir; es reparar en que la dicha está delante de nuestros ojos...¡Ábrelos bien!
CONFIANZA: apuesta decididamente, con.. toda tu voluntad, tienes mucho que ganar.
Cada vez que decidamos confiar en alguien, desde luego nos la estamos jugando, pero la alternativa es peor, de paso, sabremos de por vida lo que podamos esperar de determinada persona, pero hay que arriesgar, eso es indudable, porque si no arriesgamos, no conseguiremos nada de perspectivas...
A veces, nuestra vida discurre por la cuerda floja, pero cuando confiamos, la vida, pese a su inestabilidad y vaivenes, es maravillosa, exprimir de su fuente hasta la última gota. Por ejemplo confianza muy necesaria es la que depositamos en nuestros hijos, a ellos les reporta satisfacción e independencia eso les da responsabilidad, incluido en el mundo empresarial, donde lo prioritario podríamos suponer que conviene ser cauteloso, (eso más bien al principio), se beneficia un ambiente sin recelos y respetuoso. He aquí un ejemplo ilustrativo es el de Muhammad Yumus, fundador del Gramen Bank en Bangaldesh: concede préstamos a personas muy pobres para que monten pequeños negocios. Lo curioso es que no existe contratos-la situación económica de los solicitantes no les permiten ofrecer garantías-, pero el reembolso de los préstamos concedidos es un 90& superior al de los clientes ricos de los tradicionales. Cuando hace un tiempo leí esta noticia, me impactó tanto como me sorprendió, pero profundizando, le ví pronto la lógica. Ya sabes, a riesgos de que la traicionen, REGALA TU CONFIANZA...