Las poesías de Concha... |
Pequeña le quedó,
la jaula a mi canario
en aleteo agitado,
su trino lo clamaba.
Con tristeza le abrí
la puerta de su nido
y sin pensarlo,
veloz emprendió el vuelo.
Llevó sus trinos
a lugares lejanos,
alegró las mañanas
de muchas avecillas.
Repartió incansable
su canto por doquier
sintiéndose importante,
dejandose querer.
Más el verano corto,
en una vida,
y el invierno llegó
sin esperarlo.
Su trino se hizo débil
y cansado,
empezó a añorar,
el nido abandonado.
Con mimo y con calor,
le cobijé en su nido
y con mirada intensa
de nuevo me regaló su trino.
Concha Mingorance Pinillos.
Esta preciosa poesía de mi amiga Concha, os la ofrezco a nuestros seguidores, podríamos decir ya, para que se deleiten. (No soy egoísta).
Gracias, concha. Aquí la tendré para el resto de mis días.
Mari Carmen.