Voy a manisfestar mis vivencias con mis profesores y compañeros de Aula Abierta y Postgrado Universitario de Gines...
He aprendido con ellos y de ellos, respectivamente. Me han aportado muchísimo. Cuando comencé los estudios, iba con curiosidad, expectativa, para mí era todo un reto que acepté con ilusión y esperanzas. Voy a tratar de resumirlo a modo de moraleja:
APRENDER:"supone un verdadero festín para la inteligencia y el espíritu, es una fuente de conocimentos y alegrías perdurables, y enriquecimientos vitalicios, envueltos en sana convivencia".
Es un placer natural, innato e instintivo, constituye unos de los deleites esenciales de la raza humana el aprender.
Observemos a los niños pequeños, cuando aún no tiene hábitos mentales implantados por la educación, (hay películas en que se ven cómo criaturas que apenas pueden hablar "investigan" problemas), con el fervor y la emoción de auténticos exploradores, y hacen descubrimientos con la concentración de verdaderos hombres de ciencias. Al final de cada investigación se manifiestan en sus caritas un sentimiento de satisfección, dando palmitas y grititos.
Pero si el placer de aprendr es universal , ¿por qué hay en el mundo tantas personas aburridas, apáticas desprovistas de la positiva curiosidad? Estimo que ello es debido, posiblemente, a que muchas recibieron una mala enseñanza, vivieron aisladas a la rutina; a veces también fueron objeto de presiones en un trabajo duro, de la pobreza o incluso de la riqueza que les agobió con sus deleites efímeros y triviales. Sin embargo, con voluntad, la debida orientación y actitud, el espíritu humano puede sobreponerse a las adversidades de la vida.
El aprendizaje no está confinado sólo a la lectura de libros de textos, comprende también diversidad de libros corrientes, el observar, (que últimamente estamos perdiendo esa extraordinaria cualidad), el conversar que tanto nos aporta, intercambiar proyectos, experiencias, etc. En ocasiones, cuando me encuentro en una gran biblioteca y contemplo los muchos volúmenes que me rodean , me invade un vivo y sobrio gozo, difícil de expresar como no sea mediente una metáfora.-Aquellos tomos en los anaqueles no son bloques de papel inertes, sino espíritus vivos-, de cada uno de ellos emana un mensaje, tan difícil de percibir como las corrientes de sonidos emitidas por las ondas eléctricas inaudibles para nosotros. Pero así como basta apretar un botón de nuestro aparato estereofónico para que nuestra casa se llene de música, de la misma manera, al abrir uno de aquellos volúmenes, sintonizamos con una voz muy distante en el tiempo y en el espacio, escuchamos cómo esa voz nos habla, de espiíritu a espíritu, de corazón a corazón.
Aprender significa también mantener la mente abierta y activa, dispuesta a captar toda clase de buenas experiencias. Entre las formas placenteras de aprendizaje deberíamos incluir, sin duda, el viajar, (¿verdad Antoñita?), hacerlo con el espíritu abierto, con la pupila atenta y con el ferviente deseo de comprender a otros pueblos, otras tierras y sus costumbres y por ellas ver cómo han prosperado.
Proyecta nuestra vida hacia nuevas dimensiones, es un proceso acumulativo. En vez de disminuir con el paso de los años como la salud y el vigor, sus frutos van en aumento. Aprender significa también practicar o cuando menos a disfrutar de alguna manifestación artística o artesanal. Cada arte que aprendemos representa una ventana abierta al Universo, la adquisición de un nuevo sentido.
Nadie sediento de aprender se ha quedado sin temas que explorar. Los placeres que proporcionan el aprendizaje constituyen la auténtica dicha de nuestra existencia si cultivamos la aventura de aprender....
Parcialmente recopilado
Parcialmente recopilado