domingo, 13 de agosto de 2017

REFLEXIONES








 ATARDECER  




El día había sido excesivamente caluroso , temprano había salido para hacer los recados ,por la mañana la brisa del mar refrescaba el ambiente , después no podría hacerlo.
 Pisar la playa era una utopía , sus piernas no le permitían  andar por las blandas arenas y por otra parte el sol , prohibido por su medicación-
 En Agosto los días son más cortos , las tardes llegan con premura y la noche anuncia su llegada cada día antes. Irene sintió la necesidad de  moverse un poco de andar y dar un paseo para que su cuerpo se activara antes de irse a dormir-
 Cogió su bastón y se dispuso a dar un pequeño paseo, casi se obligó a sí misma porque sabia que le vendría bien. La gente volvía de la playa con sus sombrillas , sus butacas , buscando l ducha para irse al paseo o a cenar.
 Con paso tranquilo , apoyada en su bastón , llegó a la avenida que da al mar , necesitaba verlo , oírlo , sentirlo.. En el banco que daba al mar se sentó y la profundidad de ese horizonte , el azul inmenso , la paz del atardecer hizo que se transportara a otro tiempo , a otros años lejanos pero no olvidados. Sintió como las lágrimas intentaban salir , el corazón latía con mayor ritmo y habló con ese mar . amigo de tantos años , confidente y oyente de sus historias-
  Allí ese mar guardaba momentos intensos de su vida y vio a su marido allí sentado con su sombrero de paja , a sus hijos correteando por las arenas , jugando con las olas; y se vio a ella bañándose en esas aguas , disfrutando de su mar , dejándose abrazar por sus olas.
 De repente alguien la sacó de sus sueños " Esperando a alguien ? " "No, le contestó Irene moviendo la cabeza , Ni espero ni me esperan"
  Roto el momento Irene se levantó del banco , cogió su bastón y lentamente ya con la luna asomando en el cielo volvió al apartamento para terminar de gastar el día







Concha Mingorance Mellado.


Foto: internet.