jueves, 1 de octubre de 2015

REFLEXIONES: DÍA DEL MAYOR, 1 DE OCTUBRE





Hoy celebramos el Día del Mayor. A mi memoria, aunque no sea éste día, me vienen las vivencias que viví de niña y jovencita con ellos. Fue mucha diversidad, dejando huellas, de ahí aprendí moralejas que me han ayudado y mucho a lo largo de mi existencia.

Siempre me gustaba estar, frecuentemente, en las charlas con ellos, observarles, sobre todo, escucharles en el patio y azotea de mi casa gaditana, en la playa de La Caleta, paseando por la Alameda de Apodaca, junto a los gigantescos ficus...En Sevilla, en la enorme cocina que tenían las casas por aquellas calendas, en la entrañable azotea, cuajaditas de macetas y agradables aromas del piso de la calle Feria, nos sentábamos en el poyete a tomar el sol en invierno y hablar de las curiosidades de la ciudad, de cómo se podría mejorar esto o aquello, de los abuelos, de -cómo está el mundo-...

De ellos aprendí también que la humildad no significa pensar que somos inferiores a los demás ni que debamos menospreciar nuestras propias cualidades, no, eso no es así, creo sinceramente, pienso que es estar libres de pensar egoístamente en nosotros mismos, sobre todo, procurar tener claro el concepto de respeto y la ética en la conducta.

Bueno, a mis "taítantos" años he llegado a la conclusión que es imposible aprender nada sustancial acerca de una persona hasta  estar en desacuerdo con ella, siempre expresándote correctamente. Es entonces, en la contradicción cuando se revela en toda su magnitud su verdadero perfil...

Jamás conocí el aburrimiento. Me gustaba pensar, y a mi manera, "filosofar". Cuando era jovencita, tenía las inquietudes comunes a esa edad, pero me gustaba reflexionar: unos de los temas era el arte, pensaba entonces y ahora que el artista trae al mundo algo que no existía, y lo hace sin la necesidad de destruir otra cosa, cuidando lo que constituye, creo, una especie  de refutación a la ley de la CONSERVACIÓN de la materia, también  el espíritu. Hoy día aún pienso que esa es la magia fundamental del arte, el medio de su capacidad de motivar y alegrar el espíritu para recrearse.

Mis mayores primero y profesoras después me implantaron  el germen de razonar, un tesoro valiosísimo y vitalicio. Es mi homenaje para todos ellos...