viernes, 15 de febrero de 2013

COMERCIOS SEVILLANOS: JOYERÍA REYES




Señorial y elegante fachada de Joyería Reyes.




Hace 135 años que un decorador francés , se trasladó a Sevilla con el exclusivo  fin de dibujar y tallar muebles, diseñar láminas e instalar telas pintadas al modo  de aquel arte exótico. Así ha sobrevivido hasta nuestros días la joyería más antigua de nuestra ciudad, que sólo sufrió un atraco en su historía, un  Miércoles Santo. Es la joyería que ha coronado a la Virgen Macarena, la que mandaba operarias a engarzar las perlas del collar de la Reina Dª Victoria Eugenia a los Reales Alcázeres, y la que junto con sólida formación científica y el contacto frecuente con Berlín , Londres y París ha hecho gala de honradez como ejes de sus ventas. Pero sobre todo es la joyería que ha dejado boquiabiertos a los estudiosos del arte y que el Prica cataloga intocable por dentro y por fuera.

José Reyes Colorado, titular del comercio, atribuye la conservación prodigiosa de tan singular local comercial a lo que denomina un "plebiscito de los clientes", que fueron consultados, (como en la prestigiosa confitería "La Campana"), en los años cincuenta sobre la posible reforma de la joyería, y que se pronunciaron unánimamente y firmemente en contra. Mejor que describirla con palabras es asomarse a contemplar lo que es un auténtico museo del Modernismo. La obra se hizo en 1900, la tuvo a cargo un decorador francés, y coincidió con el traslado de la joyería desde su ubicación primitiva, en calle Francos, 12, a la de nuestros días, en la calle Álvarez Quintero. El suelo se cubrió de parquet galo, que posteriormente, durante la guerra, hubo que ser sustítuido por mármol. Las paredes se tapizaron, y fueron pintadas manualmente, dibujando la decoración.

Pero se preguntarán ustedes cómo empezó la historia de esta joyería más que centenaria, pues fue fundada en 1880 por un cordobés, hijo de una familia acomodada y dedicada a la construcción. José de los Reyes Gómez escogió la labor de la joyería posiblemente por la tradición que esta tenía en su ciudad natal, donde aún hoy sigue existiendo una población laboral de unas cuarenta mil personas dedicadas al ramo. Cuando hubo prosperado cambió su taller por el nuevo emplazamiento, que formó a partir de la fusión de tres casas. En la primera época, la protagonizada por el fundador, predominó la joyería popular. Con el traspaso del negocio a sus sobrinos-él no tuvo hijos-, José y Juan de los Reyes Cantueso, el quehacer del taller pasa a ocuparse de un género más selecto.

Joyería Reyes tomó entonces tal fuerza y prestigio que era frecuente ver a S. M. Dª Victoria Eugenia, esposa de D. Alfonso XIII, visitar la joyería y adquirir no pocos regalos para sus amistades . Prefería, según dicen, aquello que sólo se encontraba en Reyes: los artículos de regalo que imperaban en las grandes ciudades europeas. Es fácil sopesar la tribulación de la empleada que enviaban los hermanos Reyes a los Reales Alcázares para atender a la Reina de España, que ella misma solicitaba.

Con José Reyes Cantueso comienzan, además, los viajes al extranjero-dos o tres al año- y la formación en Gemología por una escuela  muy especializada de la ciudad alemana de Pforsehim, donde después permanecería tres años José Reyes Colorado aprendiendo. La tienda pasó a la tercera generación sin perder  nada de su empaque, y así, José Reyes Colorado y Juan de los Reyes Rivera-éste ya fallecido-han mantenido viva la llama hasta nuestros días. Nos dice Reyes Colorado que prevé -"siempre podrá haber una generación que destrozará esto, pero que desde luego no es la actual"-.

Reyes ha ejecutado las coronas de la Macarena y del Niño de la Virgen de los Reyes, la medalla de la Cruz Roja con brillantes  a S. A. R. el infante D. Carlos, Capitán General y diversas medallas de oro para la cuidad. Ha sido  además una joyería con suerte-un atraco en su historia y la mitad del botín recuperado en la Alameda-, y ha ido engrosando su reputación hasta ser toda una institución en la elite.

Basado en:

"Comercios Sevillanos que hacen historia"
Ángel Pérez Guerra
Ed, Rodríguez Castillejo, 1991.

Fotos:

www.galeon.com


Después de 14 entradas dedicadas a "Comercios Sevillanos" emblématicos, desde el siglo XIX hasta nuestros días, las damos por finalizadas. La idea era dar a conocer el origen y evolución de algunos de ellos y hacer un homenaje a aquellos emprendedores que con su valioso esfuerzo y bien hacer crearon escuela y prestigio bien merecidos.

Unos ya desaparecieron con el paso del tiempo, pero otros están felizmente entre nosotros. Los tiempos cambian, pero el trabajo bien hecho siempre es decisivo y me gustaría que tomaran nota las generaciones venideras. Saber estar tras un mostrador lo hacen bien las personas con dotes muy especiales. Ya sólo me resta manifestar mi agradecimiento a todos ellos por sus huellas dejadas en Sevilla, orgullosa de poder haberlo ofrecido a todos vosotros.

Mari Carmen.