lunes, 1 de octubre de 2012

HOGAR, DULCE HOGAR....



RELATO BREVE
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Estaba sentado bajo un puente de ferrocaril mirando la lluvia que acaía torrencial. Jamás me había parecido mi casa tan agradable como lejana. ¿Porqué me había marchado de ella? ¿Cuándo volvería? Acaricié dentro del bolsillo de los húmedos pantalones vaqueros, la carta de mi padre. La ternura y comprensión de sus primeras palabras resultan inolvidables e impactantes:

-"Un chaval se va de casa porque todo lo que hay en ella le resulta familiar, y regresa por la misma razón"-.

Bueno, muchos años después, me parece que mi padre, al dirigirse al hijo que se había escapado de casa, establecía uno de los motivos por el que viajan los turistas, y que les impulsa a volver buscando el hogar. Al abandonar las cosas familiares y cotidianas-,el fogón de la cocina, su cuarto, verdadero templo de sus creaciones, el ricón favorito del porche, las alfombras con las huellas de los demás, las ventanas que parecen cansadas de repetir las mismas vistas-dejamos una nota pidiéndole al panadero que suspenda el reparto por el momento, y cogemos la carretera en busca de la desconocida aventura.

En la inspiración de la partida, nos sentimos como si pudiéramos viajar eternamente por un sendero sin final. Pero, claro, sin duda, en algún punto imprevisible del tiempo y la geografía, lentamente o de pronto, lo desconocido perderá su atractivo y esplendor. Los ojos mirarán atrás, y el corazón sentirá el peñizco y la primera punzada de nostalgia.

Un amiguete mío sé que ahorró suficiente dinero para viajar por diversos lugares de la Tierra en los mejores medios: transatlánticos, trenes, aviones...el corazón de mi amigo experimentó su primera punzada en un hotel de Polonia. La causa fue una tortita que le sirvieron en el desayuno. Sabía, o eso le pareció a él como las que hacía la abuela, el día que había desayunado la mañana en que se fue, porque todo en ella le era demasiado familiar.

"-De pronto-", dijo el amigo-, "me dí cuenta de que estaba muy lejos de donde realmente quería estar"-.

-¿Qué hiciste-?-le pregunté. 
-Emprendí el regreso a mi casa al rato...en el viaje más delicioso que hiciera nunca.

Así, la aventura a lo desconocido sucumbió ante lo familiar, (el más potente estímulo que conozco), ¿qué hay más familiar que una tortita de la abuela?

Detectar los primeros síntomas de añoranza en uno mismo o en otros visitantes produce una emoción muy especial.
Verán, dos matrimonios desconocidos se encuentran en un lugar de vacaciones y las señoras comparando el menú se ponen a charlar: -"Pues yo primero cojo el ajo y lo doro en aceite virgen extra, y luego..."
Los hombres hablan también: -"Me compré una sierra eléctrica de veinticinco centímetros de largo y construí un banco de madera para el porche-"...
¿De qué hablaban? del hogar. ¿Dónde están? Lejos de casa. ¿Cuándo emprenderán el regreso? Pues en cualquier momento.

Llega el momento en que se puede detectar, creo, fácilmente la conversación de tipo nostálgico. De las carteras de los viajeros salen las fotos: la evidencia visual del hogar.
-"Esta es mi hija mayor. Tiré muy precipitadamente y salió algo movida y un poco borrosa"-.
He aquí otras observaciones significativas.
"-Cielo, estoy preocupada por las ventanas de arriba, -"¿Estás seguro que las cerraste antes de irnos?"-
-"Crees que nos habrán llevado la leña para la chimenea?"-
-"Me pregunto si nacerá el nieto para cuando esperamos"-.

En la pálida neblina de la mañana, los nostálgicos ponen las maletas en el coche, llenan el termo de un buen café y escogen unas tortitas, agua y entonces emprenden el incomparablemente bello viaje al hogar: hacia las ventanas de arriba, la chimenea, y el nuevo nieto...


DEFINICIÓN DE TURISMO= viajar muy lejos en busca del deseo de volver a casa...