sábado, 26 de junio de 2010

COMO LA VIDA MISMA





PERCEPCIONES




Conchita, una amiga de la familia de toda la vida, me comentó en cierta ocasión, la siguiente fábula:


"Un anciano estaba sentado al pie de un árbol, en las afueras de una aldea, cuando llegó hasta él un desconocido, que preguntó:


-¿Cómo es la gente de este pueblo?

-¿Cómo era la del último lugar en que vivió usted?- le contestó el anciano.


-Gente amabilísima. Lo pasé muy bien allí. Todos eran muy bondadosos, y era tal su generosidad, que nunca dejaron de ayudar a quien veían en apuros.


-Encontrará a la gente de aquí muy parecida a ésa.

Al poco, otro forastero se detuvo a hablar con el viejo.


-Qué tal es la gente de este lugar?- inquirió.

-¿Cómo se portaba la del último pueblo donde estuvo usted?-preguntó a su vez el anciano.

-Muy mal. Todos eran egoístas, chismosos y desconsiderados. No había allí persona alguna dispuesta a ayudar a nadie.

-Me temo que la de aquí le parecerá igual- repuso el viejo.


MORALEJA:


Es como la vida misma.